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FORMACIÓN CONTINUADA
Panorama Actual Med 2013; 37 (360): 142-143
Plan Nacional de Formación Continuada
La
enfermedad de Alzheimer
es la causa más
común de demencia actualmente. Se caracteriza
por la degeneración progresiva y específica de las
neuronas corticales, así como de algunas estructu-
ras subcorticales, que van a dar lugar finalmente
a la
pérdida de funciones cerebrales
. La causa
de este deterioro se ha relacionado con la forma-
ción
de placas de proteína
β
-amiloide
y
ovillos
neurofibrilares
(formados por la fosforilación de
la proteína tau), que caracterizan esta patología,
observándose asimismo una
hipofunción coli-
nérgica
que compensa una
hiperfunción gluta-
matérgica
. Las disfunciones celulares ocasionadas
desencadenan la activación de los mecanismos de
apoptosis que conducirán a la
muerte celular
.
Por el momento, únicamente se dispone de me-
dicamentos para su
tratamiento sintomático
.
Junto a aquellos medicamentos indicados para
tratar las alteraciones del comportamiento
asociadas a la evolución de la enfermedad, los úni-
cos fármacos de que se dispone específicamente
indicados para su tratamiento están orientados a
tratar la disfunción cognitiva
, compensando los
desequilibrios observados; pero, por el momento,
no existe ninguno que haya demostrado eficacia
para alterar el curso de la enfermedad.
El sistema colinérgico juega un importante
papel en la memoria, que se ve afectada por fár-
macos anticolinérgicos como la atropina o la es-
copolamina. En individuos con Alzheimer se ha
observado déficit de acetiltransferasa de colina,
que da lugar a la acetilcolina, y de receptores co-
linérgicos, y se constata una pérdida importante
de neuronas en uno de los principales emisores
de estímulos colinérgicos a la corteza cerebral, el
núcleo de Meynert. Estas observaciones conduje-
ron a la introducción en terapéutica, a finales de
los años noventa del siglo pasado, de los
inhibi-
dores de la acetilcolinesterasa
.
Donepezilo,
galantamina
y
rivastigmina
influyen levemente
en el deterioro cognitivo, pero no en el funcional
ni en el emocional. Esto es reflejo de la realidad
bioquímica de que el déficit colinérgico va seguido
de déficit de otros neurotransmisores, aparte de la
destrucción neuronal y del depósito de proteínas
anormales. Todos ellos están indicados en el trata-
miento sintomático de la demencia tipo Alzheimer
leve a moderadamente grave, y la rivastigmina
también en la demencia asociada a la enfermedad
de Parkinson.
Hasta ahora no se han llevado a cabo estudios
comparativos entre los diferentes medicamentos
anticolinesterasa. Por tanto, las diferencias princi-
pales estriban en sus perfiles de efectos tóxicos y
en la sencillez de administración.
La hiperfunción glutamatérgica que compensa
la hipofunción colinérgica conlleva un efecto
tóxico para el tejido nervioso; el empleo de
me-
mantina
, un
antagonista de los receptores
NMDA
(N-metil-D-aspartato), busca inhibir la neu-
rotransmisión excitatoria. Está autorizada en casos
graves a moderadamente graves de enfermedad
de Alzheimer, pero se está valorando su empleo
en casos leves y demencias vasculares y situacio-
nes como ictus, en que su efecto neuroprotector
podría evitar un deterioro neurológico irreversible.
El conocimiento sobre el comportamiento del
péptido
β
-amiloide y la formación de placas y ovi-
llos neurofibrilares en la EA ha abierto
nuevas
líneas de investigación
en la búsqueda de fár-
macos.
Con la intención de
combatir la formación
de placas
se estudian fármacos que permitan
disminuir los niveles de péptido
β
-amiloide –
inhi-
bidores de
β
y
γ
-secretasa
,
potenciadores de
α
-secretasas
–, o su agregación. Por otra parte, la
observación en un modelo murino de Alzheimer
de que la inmunización con péptido
β
-amiloide
evitaba la formación de placas, e incluso revertía
el proceso, propició la realización de ensayos en
humanos, pero la primera vacuna ensayada dio
lugar a procesos inflamatorios neurológicos, inte-
rrumpiéndose los ensayos. Actualmente hay una
segunda
vacuna frente al péptido
β
-amiloide
en ensayos clínicos en fase 2 así como
anticuer-
pos monoclonales
frente al mismo.
Para dificultar la
formación de ovillos neuro-
fibrilares,
se han llevado a cabo ensayos clínicos
con diferentes fármacos
inhibidores de la hiper-
fosforilación de la proteína tau.
Se impide así la
unión de ésta a los microtúbulos y su agregación,
que origina su pérdida de función y altera el trans-
porte axonal y la función celular.
Cuestiones para recordar