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Panorama Actual del Medicamento
NUEVOS FÁRMACOS
meses fueron del 40,4%, 13,4% y 6,0% con Ipi/
gp100, del 40,9%, 17,5% y 9,5% con Ipi solo y
del 23,5%, 7,3% y 3,7% con gp100 solo. La me
diana de supervivencia libre de progresión tumoral
fue de 2,76 meses (IC
95%
de 2,73 a 2,79) con Ipi/
gp100, de 2,86 meses (IC
95%
de 2,76 a 3,02) con
Ipi solo y de 2,76 meses (IC
95%
de 2,43 a 2,83)
con gp100 solo. Esto supone una reducción del
riesgo del 19% (HR=0,81; IC
95%
de 0,66 a 1,00;
p=0,0046) con Ipi/gp100 vs. gp100 solo y del
36% (HR=0,64; IC
95%
de 0,50 a 0,83; p<0,001)
con Ipi solo vs. gp100 solo.
Recientemente, se ha publicado (
Dequen, 2012
)
una revisión sistemática de los datos de superviven
cia global, comparando ipilimumab (3 mg/kg) con
otras terapias alternativas en pacientes pretratados
con melanoma irresecable en estadio III o IV. Dicha
revisión seleccionó 15 ensayos clínicos, cuyo meta-
análisis global permitió obtener los siguientes resul
tados relativos a la supervivencia global:
–– Ipilimumab: 18,8 meses (IC
95%
de 15,5 a 23,0)
–– Quimioterapia (un único fármaco): 12,3 meses
(IC
95%
de 6,3 a 28,0)
–– Quimioterapia (combinaciones): 12,2 meses
(IC
95%
de 7,1 a 23,3)
–– Bioquimioterapia: 11,9 meses (IC
95%
de 17,0 a
22,0)
–– Inmunoterapia (un único fármaco): 11,1 meses
(IC
95%
de 8,5 a 16,2)
–– Inmunoterapia (combinaciones): 14,1 meses
(IC
95%
de 9,0 a 23,8)
Desde el punto de vista de la toxicidad, los eventos
adversos son frecuentes y, en un porcentaje significa
tivo, importantes desde el punto de vista clínico. Los
efectos adversos más comunes (
≥
10%) son diarrea,
erupciones cutáneas, prurito, fatiga, náuseas, vómi
tos, anorexia y dolor abdominal. Los eventos adversos
graves (grado 3 o 4) se reportaron en un 15% de los
pacientes, siendo los más comunes entre ellos la dia
rrea y la colitis. Un 10%de los pacientes tratados con
ipilimumab suspendieron el tratamiento por motivos
de toxicidad.
ASPECTOS INNOVADORES
El ipilimumab ha sido autorizado para el trata
miento del melanoma avanzado (irresecable o me
tastásico) en adultos que han recibido tratamiento
anterior. Se trata de un anticuerpo monoclonal que
impide la acción del
Antígeno 4 de los Linfocitos T
Citotóxicos (CTLA-4
), el cual es un regulador nega
tivo de la activación de los linfocitos, por lo que el
efecto del ipilimumab se traduce en la activación y
proliferación de linfocitos T, así como de su infiltra
ción tumoral, lo que provoca la destrucción de las
células tumorales.
Su eficacia clínica ha quedado claramente demos
trada en términos de prolongación de la vida de los
pacientes. En concreto, la mediana de supervivencia
en un reciente meta-análisis de ensayos clínicos fue
de 18,8 meses, entre 4 y 7 meses más que el resto
de las alternativas de quimio o inmunoterapia actual
mente disponibles. Los datos del principal ensayo
clínico muestran porcentajes de supervivencia con
ipilimumab solo del 41% a 12 meses, del 18% a 24
meses y del 9,5% a 36 meses.
Atendiendo a su condición de agente inmu
noestimulante, su perfil toxicológico es complejo e
importante, resaltando sobre todo la diarrea como
efecto más frecuente y grave, que puede obligar a
suspender el tratamiento. No obstante, la mayoría
de los efectos adversos responde al tratamiento
médico o a la suspensión de la administración de
ipilimumab. En cualquier caso, es preciso tener en
cuenta que en los ensayos clínicos con este fármaco
no se incluyó a pacientes con historial de patologías
autoinmunes o que estuviesen bajo tratamiento in
munosupresor, lo cual, atendiendo al mecanismo de
acción del fármaco, parece constituir una aparente
contraindicación.
El melanoma
es el tumor maligno cutáneo más
importante en razón de su pronóstico, ya que es el
responsable de más del 90% de las muertes aso
ciadas a cánceres cutáneos. Por otro lado, el pro
medio de supervivencia del melanoma en estadio
avanzado es de 8-11 meses, sin que ninguna de las
terapias actualmente disponibles mejore de forma
significativa la supervivencia global. Por lo tanto,
puede considerarse al ipilimumab como un signifi
cativo avance en este campo, en el que unos pocos
meses de vida ganados (entre 4 y 7) deben ser va
lorados favorablemente, ante las muy limitadas ex
pectativas de vida de los pacientes con melanoma
maligno avanzado que ha progresado tras al menos
un tratamiento previo.
Finalmente, debe considerarse también el aspecto
farmacológico, que añade una nueva vía de ataque
en estas condiciones, facilitando la respuesta inmu
nológica propia del organismo frente a las células
tumorales. Más allá de su autorización en melanoma
avanzado, también está siendo objeto de ensayos
clínicos en cáncer de pulmón, próstata y riñón, con
resultados preliminares esperanzadores.