Revista Farmacéuticos - Nº 391 - Enero 2014 - page 52

FARMACÉUTICOS N.º 391 -
Enero
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– Realizar la notificación de sospechas de reaccio-
nes adversas a medicamentos al Sistema Español de
Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano a
través de las vías disponibles.
– Informar a los usuarios acerca de la identificación
de sospechas de reacciones adversas y de la posibilidad
de notificación directa de las mismas.
– Difundir información a usuarios y otros profesiona-
les de la salud sobre problemas de seguridad que estén
afectando a medicamentos.
• En los casos necesarios, y
con el fin de mejorar la
adherencia
al tratamiento farmacológico prescrito, el far-
macéutico podrá contar con distintas herramientas (entre
otras, los
Sistemas Personalizados de Dosificación
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).
• El farmacéutico contará con una
sistemática de tra-
bajo
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y el acceso a un mínimo de información
sobre
el paciente y los tratamientos disponibles.
• La
información
a la que debe tener acceso el far-
macéutico tendrá que estar
actualizada, basada en la
mejor evidencia disponible, imparcial, íntegra y obje-
tiva
. El farmacéutico deberá disponer de acceso a la
Real Farmacopea Española y al Formulario Nacional.
Adicionalmente, podrá contar con acceso a bases de
datos de medicamentos, listados proporcionados por
las autoridades, libros de referencia sobre interaccio-
nes, reacciones adversas, formas galénicas, formula-
ción magistral, toxicología, farmacología, guías de tra-
tamiento, revistas científicas, legislación aplicable, etc.
• Para conseguir una gestión eficiente, el farmacéutico
deberá contar con
acceso a los datos farmacoterapéuti-
cos de los pacientes
. Este acceso incluirá toda la medica-
ción del paciente, tanto la prescrita por el sistema público
como por el privado, en la atención primaria y especiali-
zada, medicamentos para el autocuidado de la salud que
no requieren prescripción y productos sanitarios.
• Se tenderá a la
interoperabilidad de las bases de
datos y sistemas de registro
que contengan informa-
ción sobre los datos farmacoterapéuticos del paciente.
Estas bases de datos deberían ser compartidas entre los
farmacéuticos y los profesionales sanitarios que inter-
vienen en el proceso asistencial del paciente. Para la
optimización de resultados es fundamental la
práctica
colaborativa
y disponer de
protocolos de comunica-
ción
entre los diversos profesionales sanitarios.
• El farmacéutico podrá
consensuar con otros pro-
fesionales de la salud protocolos de derivación
de
pacientes desde la Farmacia Comunitaria a los servicios
de atención primaria u otros servicios sanitarios.
• La existencia de una
receta electrónica interopera-
ble podrá contribuir a la racionalización
de la presta-
ción farmacéutica y, por lo tanto, del gasto público en
medicamentos. A su vez, podrá favorecer el uso respon-
sable, la mejora de la adherencia a los tratamientos y
la realización del seguimiento farmacoterapéutico, así
como las derivaciones consensuadas o la gestión de la
medicación del paciente.
Tarea C: Controlar el progreso y los resultados
del paciente
• Para realizar un correcto seguimiento y alcanzar los
resultados esperados del tratamiento en la salud de los
pacientes, el farmacéutico necesita
registrar y documen-
tar todos los datos necesarios
, tanto del paciente como
de su tratamiento, incluyendo la información relativa a las
intervenciones realizadas y los resultados observados.
• El farmacéutico contará con
herramientas de ayu-
da para el registro de la información
mencionada en el
punto anterior (datos personales y sanitarios del pacien-
te, antecedentes, situaciones fisiológicas especiales, medi-
camentos empleados, enfermedades o problemas de salud
referidos, datos analíticos, valores antropométricos, etc.).
• El farmacéutico deberá
colaborar con otros profe-
sionales de la salud
para garantizar la seguridad de los
pacientes y mejorar sus resultados en salud. Esta cola-
boración tiene que llevar implícita una confianza mutua.
Tarea D: Ofrecer información sobre medicamentos
y temas relacionados con la salud
• El farmacéutico debe realizar una
escucha activa
de
los problemas y dudas del paciente, y ofrecerle la
infor-
mación suficiente
sobre temas de salud, patologías y
medicamentos, para que pueda participar en un
proceso
compartido de toma de decisiones
.
• El farmacéutico, en la medida de lo posible, deberá
conocer el
grado de entendimiento
por parte del recep-
tor de la información como elemento fundamental para
su
mejor aprovechamiento
.
• La provisión de información se realizará
garanti-
zando la confidencialidad del paciente
y, en la medi-
da de lo posible, se dispondrá de un área diferenciada y
separada en la farmacia. En las situaciones en que sea
posible, se dispondrá de una zona de atención persona-
lizada (ZAP).
• Dentro de las actividades informativas, se promo-
verá la importancia de la adherencia a los tratamientos,
el uso apropiado de antibióticos y el problema de las
resistencias, el uso responsable de los medicamentos,
etc. Los farmacéuticos
colaborarán en programas de
formación e información tanto a ciudadanos como a
otros profesionales de la salud
.
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El artículo 84 de la Ley 29/2006, en su modificación por el Real Decreto-ley 9/2011, de 19 de agosto, de medidas para la mejo-
ra de la calidad y cohesión del sistema nacional de salud, de contribución a la consolidación fiscal, y de elevación del importe
máximo de los avales del Estado para 2011, incluye que,
“una vez dispensado el medicamento [los farmacéuticos] podrán faci-
litar sistemas personalizados de dosificación a los pacientes que lo soliciten, en orden a mejorar el cumplimiento terapéutico,
en los tratamientos y con las condiciones y requisitos que establezcan las administraciones sanitarias competentes”
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