E
Mª Dolores Olmo Fernández-Delgado
Tertulias de rebotica
en el siglo XIX
influencia social y cultural
E
l siglo XIX se inicia para los boticarios
españoles con un cambio: el rey Carlos
IV crea la Junta Superior Gubernativa
de la Facultad de Farmacia con
autoridad para dirimir todas las
cuestiones relacionadas con la profesión y la
potestad para emitir títulos de licenciado y
doctor; a partir de esta fecha, los antiguos
boticarios quedan sustituidos por los nuevos
farmacéuticos
El farmacéutico, orgulloso de su profesión,
embellece su oficina de farmacia con muebles de
maderas nobles, con anaqueles donde se
disponían botes blancos de cuerpo cilíndrico,
frascos de opalina y botellas llenas de líquidos
coloreados. En el techo se colocaban pinturas
con motivos alegóricos a la ciencia farmacéutica.
Recibía en la rebotica a miembros destacados
de la sociedad que acudían a debatir con el
farmacéutico al que respetaban como hombre
culto y de ciencia. El convulso siglo XIX, con los
continuos cambios de régimen, contribuía a que
la conversación fuera animada.
El siglo XIX es el tiempo de las tertulias, sobre
todo de las tertulias de rebotica, éstas tenían
una particularidad que las distinguía de otras
reuniones, como los Salones que reunían a la
aristocracia, o los cafés literarios: a las tertulias
de rebotica asistían personas de un talante
especial y, salvo excepciones, nunca advenedizos.
La reunión se iniciaba al atardecer, tras el “toque
de oraciones” iban entrando los miembros de la
tertulia: el médico, el alcalde, el juez…en raras
ocasiones el cura, porque si algo caracterizaba a
las tertulias era su anticlericalismo. Tras la charla
se jugaba un “tresillo” al que ponía final el reloj
de la torre dando la hora, las nueve invierno y a
las diez en verano. Sólo tres noches al año se
interrumpía la tertulia: Jueves y Viernes Santo y
la de Navidad.
Los temas tratados variaban, adaptándose a los
acontecimientos: se comentaban las noticias del
periódico, se conspiraba, se criticaba desde el
rey hasta el último concejal. Los radicales
criticaban al gobierno que mantenía el
catecismo en la escuela, los clericales por lo
contrario… Las ideas de progreso estaban
presentes en la rebotica, porque, como decía
Pérez Galdés, los farmacéuticos eran
atrozmente
liberales
.
Era muy respetada la opinión del farmacéutico
en temas de astronomía, mineralogía o botánica,
donde se reconocía su magisterio.
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Pliegos de Rebotica
2020
Emilia Pardo Bazán
Eugenia de Montijo
Miguel de Unamuno
Antonio Machado
