Morirse es como un pueblo
Francisco García Marquina
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Editorial Vitruvio
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Madrid 2016
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88 páginas
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esde
Cuerpo presente
, publicado en la colección Ágo-
ra en 1970, García Marquina ha ido entregando libro
a libro una obra lúcida y extensa, dotada además de una
peculiar belleza.
El poeta ya había escrito una composición coral so-
bre el asunto de la muerte, titulada
Última galería
, pe-
ro me parece que esencialmente era una reflexión y
un relato sobre la muerte de los otros. Ahora leyen-
do este libro la primera impresión es deslumbrante:
Marquina escribe sobre un asunto bien distinto: escri-
be sobre su propia muerte.
Pronto vas a ser libre de la necesidad/ de estar en liber-
tad, de que te absuelvan/ del mal que no era tuyo.
Se ha propuesto la tarea de burlarse de esa inevitable
compañera por escrito y compone un discurso que ma-
na con serenidad y con algún ingrediente de ironía. Hay
una rebelión, aunque nada grandilocuente, contra la ruin-
dad que viene a despojarnos de lo que somos. De este
impulso natural, brota el deseo de seguir construyendo
con palabras una especie de dique de contención, un es-
fuerzo persistente que no quiere detenerse en las penas,
que no se limita a darse cuenta de que los años se nos
vienen encima.
Todo a tu alrededor / ha ido conspirando hacia el silencio,
/ que ya trepa a tus labios. Pero, antes / de enmudecer y por
si alguien escucha, / abre la boca y grita.
Marquina es capaz de detenerse en el borde de las
horas para arrancarles su mejor secreto y conducirlo de
forma graduada y ligera a su propia poesía. Suprime los
signos de exclamación y de énfasis. Pone el ingenio al ser-
vicio de una causa que es la de nuestros corazones me-
nesterosos y así nos ofrece en la hora oportuna un tes-
tamento para después de mañana.
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El paciente impaciente
Marián García
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La esfera de los libros, Cinfa
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Madrid 2015
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340 páginas
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ecía Henry Bergson que la risa adviene al contemplar
lo mecánico o lo rígido inserto con lo vivo, y es ver-
dad que en el fondo de todo chiste puede verse alguna
mecanización en la mente de un individuo que le provoca
distracciones o confusiones. Por mi parte pienso además
que la comicidad se nos aparece a través de múltiples re-
cursos, amparados con frecuencia en “los malentendidos”
y este libro puede ser un buen ejemplo de ello.
Tras el éxito fulgurante de su blog, distinguido por la
revista
Hearst Magazines
con el premio Pixel al mejor Blog
de 2014, la boticaria García nos entrega este
paciente im-
paciente
que conjuga buen humor y farmacia. En él, Marián
García se apega a la realidad para contarnos su propia ex-
periencia profesional cara al público aunque seguramente
enmascara los nombres cuando explora y afronta las posi-
bilidades de cada situación vivida.
El libro atiende a las dos fronteras del mostrador y ti-
pifica a pacientes y farmacéuticos. Los rangos son enorme-
mente amplios y presentan sus propias subdivisiones des-
de el paciente rural hasta el ludópata o, del otro lado, desde
el profesional fascinado por las novedades (farmagaláctico)
al que se aferra a las costumbres (farmasaurio).
No es fácil hacer humor en la escritura y desde luego
es imposible hacerlo sin talento. La autora de este libro lo
tiene y le añade una capacidad notable de análisis. Cuando
se trata de medicamentos la memoria puede fallar y el pa-
ciente tiende a suplirla con una imaginación que convierte
a la farmacia comunitaria en un bazar de maravillas. ¿Qué
busca un cliente que solicita una caja de asteroides? ¿Cuá-
les son las posibilidades más abigarradas para referirse a
las pastillas efervescentes? Estos son solamente algunos
de los sencillos retos a los que se enfrenta la
atención far-
macéutica.
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LIBROS
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