Revista Farmacéuticos - Nº 127 - Octubre/Diciembre 2016 - page 50

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Pliegos de Rebotica
´2016
PLIEGO DEL PRESIDENTE
Raúl Guerra Garrido
L
L
a memoria es materia prima y piedra angular de literatura e imaginación
creativa en el ámbito de las humanidades, forzando a sugerir olvidos y
metaforizando recuerdos, pero también es reposo de la nostalgia, de lo que
pudo haber sido y no fue, y de lo que fue y pudo haber sido mejor. El tiempo de
Navidad es el tiempo de la memoria y por el puro azar de una inusual palabra,
tríbada, se me agolpan los recuerdos.
En el Teatro Pavón Kamikaze de Madrid se repone
La noche de las tríbadas
, de Olov
Enquist, la reflexión de un autor sueco sobre otro autor sueco, August Strindberg (“me
debato entre el suicidio y la inmortalidad”) y su pensamiento sobre el “problema
femenino” al descubrir la variante amatoria de su mujer, una reflexión misógina, ácida
pero no carente de humor, sobre el empoderamiento de la mujer a finales del siglo XIX.
Una obra casi olvidada pero recordatorio constante en el grupo de aficionados de San
Sebastián que audaces la representaron (también casi) por primera vez en nuestro país
gracias a la insistencia de Ramón Zulaika (un nombre entre máquina fotográfica y sultana
mora, dijo Gala para no citarle).
Un tiempo en el que surge la prodigiosa novela de Cabrera infante
Tres tristes tigres
y que
he parafraseado como “Tres tríbadas trigueñas” en algunas tertulias de rebotica. De antes,
pero leída después, es la también prodigiosa novela del marginado Miguel Espinosa
Tríbada,
Theologiae Tractatus
, en dos partes a modo quijotesco,
La tríbada falsaria
y
La tríbada
confusa
. La historia de una infidelidad protagonizada por una farmacéutica lesbiana: “Se
siente orgullosa de su formación científica y sin embargo cree en la quiromancia y demás
artes notorias que adivinan y vaticinan”. Con un fastuoso vocabulario para llamar
homosexual a una mujer sin jamás llamarla lesbiana: marida, bardaja, garzona, fricativa,
rodona, uvita, lascarda, mordosa, garbosa, tortillera, ansiacricas, purana… y así unas
cincuenta y tantas voces más.
Por el puro azar de la asociación de ideas
uno de los recuerdos se vincula a Aefla, a un
olvido que debiéramos corregir. El de
nuestro colega Francisco Ors, ya fallecido, sin
duda el más importante autor teatral del
gremio, y el de su obra
Contradanza
, un éxito
imbatible en la década de los ochenta a
pesar de su incorrección política, un valiente
alegato en defensa de libertad y
homosexualidad. Su protagonista no es una
tríbada sino hoy diríamos un gay. La reina
Isabel I de Inglaterra no es mujer sino
hombre, no renuncia a su amor y el
equívoco metaforiza en escena una tragedia
española quizá ya superada.
Esto sólo es un recordatorio y en cualquier
caso, queridos amigos, bienvenidos a la futura
memoria del recién nacido 2017.
Tres
tribadas trigueñas
1...,40,41,42,43,44,45,46,47,48,49 51,52
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