Revista Farmacéuticos - Nº 127 - Octubre/Diciembre 2016 - page 47

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Luís López Anglada
Pliegos de Rebotica
´2016
POETAS DE HOY
Receta para construir un nacimiento
Tomad papel de plata, haced un río
y colocad encima un puente;
fabricad el portal, ponedle enfrente,
de papel y cartón, un caserío.
Simulad la blancura del rocío
con un poco de harina y, lentamente,
hacedla que descienda suavemente,
como la nieve cae, blanca de frío.
Colocad las figuras una a una,
y la Virgen y José junto a la cuna
y en ella en Niño, en el pesebre, echado.
Y si después que todo lo habéis hecho
si sentís que hay una estrella en vuestro pecho,
es que está el Nacimiento terminado.
La bodega
Bajé contigo, amor, a la bodega
y me acerqué al tonel que allí dormía
por ver si era verdad que en él crecía
la flor del vino, diminuta y ciega.
Y para descubrir lo que trasiega
el vino al corazón, pensé que unía,
para jugar, tu boca con la mía,
porque el amor no sabe a lo que juega.
Uniendo así en tu boca vino y mieles
le dimos a la flor de los toneles
como vaso tu labio femenino.
Y todo fue tan dulce y abundante
que nunca la bodega vio otro amante
ebrio de tanto amor y tanto vino.
Cara a cara
Me llamaste de lejos tantas veces
sin que yo a tu llamada respondiera,
sin que mi ciego corazón supiera
de tanto amor como, al llamar, me ofreces,
que ahora, que yo te busco, me pareces
en la quietud divina de tu espera
algo tan fiel que el corazón quisiera
saber por qué tan firme permaneces.
Yo soy, Señor, el sordo del camino,
el que buscaba a tientas un destino
que a una ebriedad de sombras me llevaba.
Y Tú estabas aquí, firme, despierto,
como la voz que clama en el desierto
por el que yo, embriagado, caminaba.
Dónde huirán cuando el ángel de la muerte
venga a tronchar el hilo de sus días?
KORAN. Cap.XLVII. vers. 29
Estaba escrito. Encontraron sus cuerpos abrazados.
Uno tenía una lanzada sobre el corazón.
El otro una daga de oro clavada en su espalda.
Uno era rubio como dicen que son los trigos del Norte,
otro era como criado por los vientos del desierto.
Eran el abrazo del norte y el Sur,
del ayer y del mañana.
Ninguno de los dos contemplará la luna nueva,
pero del abrazo de los dos, de su sangre unida
se empaparán los tiempos futuros y llorarán su muerte
todos los ángeles de la tierra,
como se llora por los árboles de la tierra y se gime por las águilas.
Este es el destino de los guerreros.
(De "El canto deTarik")
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