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a primera vocación artística de Rafael
Alberti ("primera, intensa, alegre") fue la
vocación pictórica, que abandona en
parte, o es sustituida, allá por los años
veinte, cuando una tuberculosis
pulmonar le obliga a pasar una temporada en la
madrileña Sierra de Guadarrama. La tuberculosis
nos dio un poeta y nos quitó un pintor. Allí
descubre el poder mágico de la palabra poética,
escribe
Marinero en Tierra
(su obra más
emblemática) y se decide a seguir un arte
diferente al de la pintura.
Y dije anteriormente que abandona en parte
esa vocación pues sin duda la poesía de Alberti
no es sino el resultado de una
tekhné
(técnica,
artesanía, tal como la entendían los griegos), que
en muchos aspectos camina paralela al arte de la
pintura y que desembocaría con el libro, ya algo
tardío (1945) de "A la Pintura", de clara
inspiración en el "Apolo" (1910) de Manuel
Machado, con el que coincide en la admiración a
determinado artistas como Zurbarán, Tiziano,
Fray Angélico, Goya, etc; y hasta en la forma
métrica usada en algunos poemas, el soneto. A
Alberti podríamos considerarlo el paradigma del
famoso tópico horaciano "
Ut Pictura Poesis
", que
al tiempo nos ayuda también a entender la
propia poesía de Rafael Alberti.
Aunque es a partir del Renacimiento cuando
esa relación entre poesía y pintura es
ampliamente estudiada y teorizada, nos tenemos
que remontar al siglo VI antes de Cristo para
encontrar una primera comparación entre
pintura y poesía a través del poeta lírico griego
Simónides de Ceos. Él fue quien definió la poesía
como "pintura silenciosa" y a la pintura como
Antonio Varo Baena
Ut Pictura Poesis
10
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Pliegos de Rebotica
´2016
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El aquelarre-Francisco de Goya.
Wassily Kandinsky | Composición VIII
Globo rojo-Paul Klee.
Las hilanderas, Velázquez.
El triunfo de Galatea
La poesia y la pintura, 1626.
Francesco Furini.