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Pliegos de Rebotica
2016
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n el sigloVII San Isidoro
de Sevilla escribi ó en su
scriptorium
hispalense un
libro científico intitulado
De natura rerum
(De la
naturaleza de las cosas), también
conocido como
Liber astrologicus
,
por su alto contenido en
cuestiones astronómicas. Pues
bien, en el susodicho texto, Isidoro
incluye un punto -el número
XXXVIII- sobre 'Los pronósticos
del tiempo', que constituye la
muestra más remota en Hispania
de una actividad de tal naturaleza
que, en la actualidad, ocupa
muchas horas de información
cualificada por parte de los
meteorólogos.Y, a continuación, muchos siglos
después, otra historia protagonizada por un
farmacéutico nacido en la misma tierra que el
Doctor
Hispaniae
.
De nombre Augusto Arcimís yWehrle.
Farmacéutico, por los estudios iniciales que realizó,
científico, por formación, astrónomo y meteorólogo,
por vocación y dedicación profesional, durante toda
su vida. Fue el primer director del Instituto Central
Meteorológico, desde su creación en 1887. Sus
progenitores, comerciantes acomodados, de origen
vasco-francés, se afincaron en Sevilla, donde vio la
luz del mundo.
Nuestro personaje, en efecto, nació en Sevilla el 4
de diciembre de 1844, aunque de corta edad se
trasladó a la vecina ciudad de Cádiz, acompañando a
sus padres, por ampliación de los negocios familiares
relacionados con el vino, lugar donde creció, estudió
en el reconocido colegio de San Felipe Neri y,
llegado el momento, se matriculó en la oportuna
Facultad de Farmacia Libre, autorizada, en aquel
entonces, al amparo de la prestigiada Facultad de
Medicina de la ciudad atlántica. Recibió el doctorado
en Farmacia, aunque nunca se dedicó a las tareas
propias de los boticarios. Eso sí, la formación
científica básica recibida sería de gran utilidad al
tomar otros derroteros profesionales.
En estos primeros años de su vida y de la
realidad gaditana perfiló tres rasgos entroncados
con el futuro elegido:
aprendizaje de idiomas (francés,
inglés e italiano), formación
científica y educación liberal,
propia del ambiente familiar y
muy presente en la sociedad
local. Sus padres,
económicamente bien situados,
permitieron que el joven
Augusto viajara por los países
punteros de la Europa
decimonónica, Francia,
Inglaterra (en Londres residió
largo tiempo), Italia y Alemania,
dedicándose a visitar y
aprender en destacados
observatorios astronómicos,
además de adquirir un
extraordinario conocimiento y manejo de las
respectivas lenguas extranjeras. En Londres
adquirió un altísimo conocimiento de astronomía
y meteorología dinámica, iniciando una fecunda
labor científica en este campo del saber, hasta tal
punto que, en 1875, fue aceptado como miembro
de la prestigiosa
Royal Astronomical Society of
London
. También en la
Società degli Spettroscopisti
Italiana
, poco después.
La prolongada estancia en Londres le marcó el
futuro: dedicación profesional al tiempo
meteorológico y su predicción. Por aquel
entonces en España se hacía muy poca predicción
informativa del tiempo.Tomó una arriesgada
decisión instalando en su propia casa gaditana un
pequeño observatorio, dotado de los
instrumentos mínimos de recogida y análisis de
datos meteorológicos, algunos diseñados y
construidos por él mismo. Los gastos de su
bolsillo. Algún tiempo después, trasladó el
gabinete a un espacio mayor en Chiclana, gracias a
la cesión de unos terrenos, propiedad de un
amigo.Y allí cinceló una amplísima labor como
meteorólogo observacional, al mismo tiempo que
se dedicó concienzudamente al estudio de la
fundamentación física de la predicción
meteorológica.
Como buen científico escribió y publicó bastante
sobre estas cuestiones de competencia
profesional. Entre otros, dos libros relevantes de
Joaquín Herrera Carranza
Un farmacéutico sevillano
primer
meteorólgo profesional
de España
Augusto Arcimís y Wehrle
