Revista Farmacéuticos - Nº 116 - Enero-Marzo 2014 - page 6

ha llegado a ser lo
que se temía Felipe
II, elValido
todopoderoso. Espía
todos los papeles que
circulan por el reino,
así consigue
información y poder.
El camino que
lleva la Reina le
preocupa, la ve
como su rival, y la
rodea de personas de
su confianza que la
abruman y aíslan y
que le tienen informado de sus actividades, porque
el Rey no Reina, es el Duque de Lerma, su amigo,
su Privado, quienmanda y organiza España…a su
manera, y a la de Rodrigo Calderón, que es el
Valido del Valido.
YelMonarca le deja hacer… y entre cacerías y
saraos el país se hunde. Ríos de oro llegan del
nuevomundo que no bastan ni para sostener la casa
real, desaparecen no se sabe cómo, al mismo
tiempo que crece la corrupción a un ritmo
sorprendente y el pueblomurmura, pasa hambre y
protesta.Al lado del privado, medrarán sus
secretarios y otras gentes sin escrúpulos.
LaReina lo ve, aquello está en contra de su
profundo sentido de la justicia, está bien informada
y pide acudir a la junta en la que Lerma dará
noticias sobre la economía del reino.Allí le
contradice y le desarma con auténticos datos. Los
ingresos están empeñados y el superavit es falso.
¿Dónde va el oro?
Por fin Felipe III despierta un poco, contrariado y
disgustado se entera amedias, y recurre a Lerma
para que lo arregle y se haga justicia. Se procesa por
corrupción a dos de los secretarios del duque, el
marqués deVillalonga yRamirez de Prado. Son
muchos los cargos y tropelías los que caen sobre
ellos, y son condenados.
Pero queda el peor, RodrigoCalderón, el más
artero y ladrón de los secretarios del Duque de
Lerma…Entre él y laReina ha surgido una
enemistad tan fuerte que trasciende en laCorte y en
losmentideros. Este secretario solventa al Duque de
Lerma los asuntosmás sucios y a su vez utiliza los
servicios de un sicario, otro rufián, Francisco Juara
para que acabe con lo que no sale a su gusto. En la
calle proliferan coplas y libelos y sátiras contra los
políticos, el pueblo está harto.
¿Yel Rey? SuMajestad ha vuelto a descansar, la
Reina insiste en que aleje aCalderón pero él no
quiere saber nada, no desea disgustar a suValido a
quien tanto aprecia y que protege aCalderón, no
quiere problemas.
Ypor su cuenta
laReina encarga al
alcalde López
Madero investigar a
Calderón. Tal vez,
piensa, el alcalde
podríamos contar
con Juara para que le
denuncie…pero el
sicario es asesinado.
antes de poder
declararMargarita de
Austriamorirá antes
y no verá los
resultados de la investigación, pero lo que sale a la
luz es aúnmás tremendo de lo que se sospechaba.
La situación es confusa, el pueblo agota su
paciencia. Responsable de tanta calamidadLerma
cae, incluso empujado por su hijo, el Duque de
Uceda, su corrupción sumal ejemplo contagió a
enorme número de funcionarios…
Lo que había empezado como un rumor se
extiende como la pólvora. Calderón había
envenenado aMargarita deAustria.
La creencia en hechizos y el empleo de venenos
ha estado siempre en laHistoria, pero por algún
motivo que se nos escapa resurge con fuerza durante
el Renacimiento. Lo curioso es que hasta los jueces
y acusadores reconocían el poder y efectividad de
hechiceros y brujas. Hasta lasmismas brujas creían
en sus poderes. Pobre inculto y hambriento el
pueblo es el primero en creer que los conjuros y las
pócimas de donRodrigo mataron a laReina.Yel
Rey lo cree también…pero con dudas y amedias,
como todo en su vida y decreta prisión por si acaso.
En poder del Marques de Siete Iglesias, título
que ostenta Rodrigo Calderón, se encontraron
polvos extraños, cabellos, y venenos,
presumiblemente para acabar con sus enemigos.
Nunca se pudo probar. Fue torturado pero negó
siempre su participación en lamuerte de la Reina.
Si murió en el cadalso fue por crímenes de estado
y delitos de sangre.
Margarita deAustria fue llorada durante algún
tiempo, después egoístamente olvidada. No
sabemos, si hubiera vividomás años, si habría
llegado logrado su ideal de justicia generosidad y
concordia que había soñado para su nueva patria.
Tal vez habría convencido a Felipe III para una
actuaciónmás firme, para que fuese Rey de
nombre y de hecho. No pudo con los Validos, los
mismos que la hicieron sombra y casi
consiguieron que la Reinamás abnegada y
generosa de España tuviera tan poco lugar en
nuestra Historia.
P
de Rebotica
LIEGOS
6
El rey Felipe III y la reinaMargarita deAustria
museodel Prado.
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