Asesoramiento Farmacéutico
FARMACÉUTICOS N.º 388 -
Octubre
2013
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Callos y clavos
Los callos, también llamados
helomas
o
tilomas
, son áreas superficiales hiperqueratósicas de
la piel, del tamaño de un guisante o incluso algo mayor, que se producen en áreas que sufren
pequeños golpes o rozaduras de forma repetida. El grosor de los callos no es uniforme y sus bor-
des están mal definidos, aunque la piel mantiene las características estrías o “huellas”.
Concepto
Se trata de un mecanismo defensivo de la piel ante
un trauma leve pero reiterado. Su localización
depende de dónde se produce el trauma, pudiendo
aparecer en las palmas (agricultores, mecánicos, deportis-
tas…) o los dedos de la mano (personas que sujetan con
fuerza el bolígrafo), en los codos, las rodillas, o inclu-
so en la mandíbula izquierda, en el caso de los violinis-
tas. Sin embargo, lo más frecuente es que aparezcan en
los pies, donde se pueden distinguir los siguientes tipos:
1. Heloma duro:
localizado en las zonas de presión y
fricción del pie como las articulaciones interfalángicas o
el pulpejo de los dedos. Se origina por el roce o la pre-
sión continuada producidos por la utilización de un calza-
do inadecuado asociado frecuentemente a una alteración
ósea (dedos en garra o martillo) o a patologías estructura-
les de los pies (pies planos, cavos supinados, etc.).
2. Tiloma o heloma plantar (Figura 1):
se trata de un
heloma duro localizado en las zonas de mayor presión
de la planta del pie (las cabezas metatarsales). Suele ser
muy doloroso y puede confundirse con otras entidades
clínicas como los papilomas.
3. Heloma molle o callo blando (Figura 2):
localiza-
do en los espacios interdigitales, preferentemente en el
del cuarto dedo. Su aspecto es de masa semiblanda mace-
rada por la sudoración y se produce por la utilización de
calzado estrecho que favorece el roce entre las falanges.
4. Heloma milliar o clavo seco:
aparecen en regio-
nes sin carga o presión y su apariencia es la de múl-
tiples lesiones hiperqueratósicas puntuales de 1-3
milímetros de diámetro. Es más frecuente que se pro-
duzcan en enfermos crónicos o estados nutricionales
deficientes.
5. Heloma neurofibroso:
se localiza en las zonas de
mayor presión (por ejemplo, en la cara medial del pri-
mer dedo). Debido a la presencia de elementos vascu-
lares tiene aspecto verrucoide y produce un dolor
intenso y punzante.
Figura 2
Figura 1