POETAS DE HOY
47
Pliegos de Rebotica
2018
TU FÓRMULA MAGISTRAL
Te iré a buscar, amor, donde te escondas,
porque tus manos cumplen la medida
exacta de mi cuerpo y de mi vida.
Mi piel es la piel en la que ahondas.
Tu arado de tacto labra y siembra. Mas
¿Quién puede aventurar si la partida
resultará ganada o perdida?
No es necesario amor que me respondas
Conozco la respuesta. La he leído
en la gran farmacopea: el tiempo
nos dará la razón. En ti confío.
Me has dado lo que creí perdido.
Escribiste contra el tiempo y a destiempo
la fórmula magistral que te hizo mío.
(2008)
Beatriz Hernando Pertierra
Una cita imposible con Gerardo Diego
”La vida es un único verso interminable”
G.D
.
- I -
Tinta sobre la nieve.
el papel desmadeja sus misterios
mientras se queja el mar
--aullante lobo herido--
de tu ausencia. Quisiera
el mar tener la espuma negra como la noche
para tiznar la arena de la playa,
para escribir sobre ella tus versos más huidos.
Nieva y se van borrando arenas y recuerdos
y el misterio del mar arrasa viejas rimas.
Desearía el poeta ser viento o ser espuma
para secar las lágrimas del jándalo lejano,
para sembrar palabras de amor sobre la arena.
Mas la ausencia ya tiene tu nombre en sus confines
y esa sal se ha hecho llanto,
caballo desbocado, loco, ya mar adentro.
- II -
Tantas estrofas rotas,
aquellos versos tuyos que un día conmovieron mi piel
y otros me dieron paz.Tantos fracasos
del corazón: un sueño ya imposible.
Construiremos de nuevo la historia sobre el tiempo,
para que en ella aniden los poemas no escritos,
y enjaularlos en páginas de libros que no fueron,
de modo que nos hablen de un amor tan hermoso
que jamás existió.
Cometa errante
de una edad a otra edad,
con versos enlazados por cadenas de flores
–también ellas anidan–
que, amorosas, abracen el papel como en un beso antiguo,
un beso nunca dado, cual verdad engañosa.
Novia de grillos
quiero ser en la nueva historia,
la novia de tu verso,
único interminable
,
porque, como los campos sangrantes de amapolas,
vuelven siempre los versos a hacerse primavera.
- III -
Mi juventud es nuestra todavía
,
y me llevas, amante, entre los mármoles
de tus manos tan quietas.
la arista de tus labios, silenciosa,
no dibuja palabras ni arde besos.
La mirada es tu voz: abarcadora.
Sueño con el café de los poetas,
la magia de la tarde que nunca conocí, la ensimismada
certidumbre de hacerte cercanía,
entre viejos amigos que no fueron los míos.
Busco mi mocedad y en ti perdura
entre estos veladores huérfanos por tu muerte,
estatua del café, mármol distante.
Tras los cristales siempre llueve, siempre
es tarde ya, siempre se cumple el tiempo
de una cita imposible.
Quisiera haber soñado tus sueños, la dulzura
de cada sobremesa,
duende de la tertulia en tu callada lumbre,
Alicia en un país de maravillas, niña
a estribor de la jarra del agua, o del azúcar.
Envidio al gato atento,
envidio tantos años que separan tu silencio y el mío.
- y IV -
Mas no hablas ya y cuánto hablas. Poco
te queda por decirme y nada dices.
Ayer es hoy y ya es ayer mañana.
Tú eres ayer, ¿soy yo mañana acaso?
Cometas que no encuentran al aire su destino
¿cómo poder contarte todo lo que te cuento?
¿cómo ocultarte ahora todo lo que te oculto
a ti que estás gozando la edad de las respuestas?
Tan sólo sé que el tiempo nos ha desenclavado,
madera de naufragio, sin remedio posible.
Y nuestra cita es sólo el sueño de mis noches.
Segundo Premio "Gerardo Diego" (1988)
