“Ahora, voy a contaros
cómo también yo estuve en París, y fui dichoso.
(…)
Como sueño vivido hace ya mucho tiempo,
como aquella canción
de entonces, así vuelve al corazón,
en un instante, en una intensidad, la historia
de nuestro amor”
.
J.G. de B.
En esta ciudad que sostiene mi mirada,
que se desnuda
de sus demonios
y que se envuelve en ángeles,
insomnios y milagros,
que hierve en el desorden llameante
de sus aceras,
que abriga el corazón y lo cobija…,
hubo una vez un rastro de vida interminable.
Contemplo París desde
la oscura juventud de la memoria
y mis ojos se nublan, y me lloran las manos
que se aferran a aquellos hilvanes ya caídos
de tantas remembranzas.
Como el agrio limón
que despierta la sed del paladar,
fui desvelando los escombros tristes
del hombre,
las flores marchitadas en sus dedos,
las espinas que tiñen su garganta,
la mirada difunta detrás de sus pupilas,
el hálito imparable de su pecho,
el yerto paraíso de su voz,
la luna negra
de sus negros adioses.
Tras la sombra feral de la derrota,
la tristeza quedó desarbolada
por la liturgia vívida del tiempo.
La amargura indecible,
el dolor cincelado en la batalla,
no inundaron ya más con sus gemidos
esta tierra de ensueños,
y un sinfín de nostalgias
acabaron poblando
de febriles lumbrores
las vigilias del hambre,
las cicatrices de los días
sin padres,
sin otro desafío
que no fuera la fiel desobediencia
con la que nuevamente
abrazar la estrenada libertad.
Hoy,
París es una noche que me mira
disuelta en el café velado y deseante
que se llevó tan lejos
el vendaval aquel de muertes y de sombras.
Por eso, ahora,
sumido ya en el vértigo silente de la edad,
al filo victorioso de tus labios,
deshojo lentamente la belleza
que un día me trajiste de la mano
y me hizo dichoso;
y dócil, desabrigo mi costumbre,
para que cierres con tu boca de agua
las últimas heridas,
los últimos postigos del recuerdo.
Jorge de Arco
PREMIOS AEFLA 2016
7
Pliegos de Rebotica
´2017
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Laboratorios Cinfa
Premio
Poesía
París es una noche que me mira