Auschwitz y la poesía
Carlos Lens
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Plataforma Editorial
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Barcelona 2016
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52 páginas
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E
ste pequeño ensayo de Carlos Lens aparece co-
mo una huella de
Raíces de dolor
, probablemente
su novela de mayor impacto. En él, de manera su-
cinta, pues se concibió en formato de conferencia para
la embajada de Austria en España, se pasa revista a la
poesía escrita en torno al campo de exterminio deAus-
chwitz, clasificada para esta ocasión en tres periodos di-
ferentes. El primero se ocupa de las muy escasas obras
escritas por testigos directos, el segundo se correspon-
de con autores de las décadas del cincuenta al setenta
que escribieron desde la proximidad temporal y el ter-
cero aborda trabajos de poetas actuales.
La poesía, a la que el autor califica como reina de las
letras, no podía dejar de estremecerse ante el genoci-
dio de la
solución final
que, como se sabe, tuvo en Aus-
chwitz la dimensión más profunda. Algunos autores lo
vivieron directamente y en la forma han elaborado jo-
yas permanentes. Así se cita a Avrom Sutzkever cuya
obra está escrita en yidis o al poema más tardío
Fuga
sobre la muerte
de Paul Celan, judío rumano que consi-
guió esconderse pero sin poder evitar que murieran allí
sus padres.
Otros autores se esfuerzan todavía por hacerse con los
sentimientos de los deportados a este lugar de destruc-
ción o de los habitantes de la zona y escriben apoya-
dos en símbolos fúnebres. A los lectores les aguarda la
sorpresa de encontrarse al final con un poema del pro-
pio Lens que se sirve del nombre antiguo de Oswiecim
para componer una notable alegoría sobre un inhóspi-
to lugar físico que sin embargo fue hermoso mientras
no albergó el desdichado campo de Auschwitz.
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La casa
Antonio Varo Baena
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Rute, Ánfora Nova
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Córdoba 2016
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55 páginas
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Ni siquiera cuando los hombres habitaban en cuevas, la ca-
sa era para ellos solamente un refugio. La casa es un apo-
yo imprescindible, un lugar para no perderse en las coor-
denadas del tiempo. El hombre la construyó a su medida
y cobijó en ella a su familia. Tuvo en seguida al hogar co-
mo su principal referencia.
Cómo enfrentarse con originalidad a un asunto que la li-
teratura lírica aborda una y otra vez. Cada persona es irre-
petible y si se tiene el privilegio de saber contar una his-
toria, el resultado se lee completamente nuevo. El lector
percibe la verdad del relato y le importa menos saber que
detrás hay una trayectoria de años en la que el escritor ha
ido afinando sus armas.
En su nuevo libro, Antonio Varo Baena vuelve los ojos a
la casa de su infancia en Montilla y nos hace una entrega
de 42 poemas unitarios que parecen escritos con la sol-
tura de un primer impulso. Quien conoce la obra de es-
te escritor, que ha ganado dos veces el premio AEFLA de
poesía, ya puede suponer que el poeta no se dejaría lle-
var por la nostalgia, que intentaría algo más difícil: mos-
trar su individualidad para encontrar cierta calma dentro
de la pérdida.
Pero el alma se trocea en pedazos y siempre que se vuel-
ve a la casa paterna se regresa otra vez con todos –los pa-
dres, los hermanos– como si nada ni nadie se ausentara.
Allí el encuentro con los objetos queridos nos revela lo
que fuimos y nos muestra una inconsistencia que produce
dolor.AntonioVaro lo afronta con gallardía. Pienso que nos
debía este libro y se debía a sí mismo este ejercicio tera-
péutico tan elegantemente escrito.
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LIBROS
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