Revista Farmacéuticos - Nº 115 - Octubre-Diciembre 2014 - page 47

E
xpresar la poesía como si el autor se
enfrentara a un combate de boxeo no fue
exactamente la idea inicial que tuvo el poeta, Marc
Kelly Smith, cuando desempeñaba su trabajo en la
construcción. Lo suyo fue comenzar a promover
sesiones de poesía en el club de jazz
Get Me High
Lounge (Salón Colócame
). Allí surgió este manantial
que se extendería por todo el mundo, una forma de
expresar la poesía dejando a un lado lo rígido de la
erudición académica y dando cabida a todos los
géneros de poesía y poetas: sesiones a micrófono
abierto.
Solo tres condiciones para participar: que el
poema fuera de autoría propia, que no se utilizaran
música, accesorios o disfraces, y un tiempo límite
para cada poema de tres minutos. Pronto se
extendió por bares y pequeños teatros de barrio.
Fue en el mismo
Salón Colócame
donde Jimmy
Desmond trató de agredir con una silla a Jerome
Sella. Falló. En desagravio, Desmond tuvo que
aceptar el reto de Sella. Se enfrentarían en un
combate de boxeo de poesía a diez asaltos y a
muerte. Como el público sería jurado, igual de
fundamental era la poesía que la dramatización que
el poeta hiciera de su propio texto. Cuentan que
ganó Sella. Este fue el primer paso hacia lo que
tomaría el nombre de “slam”, modalidad de boxeo
en la que, en lugar de puñetazos, se sacudían con
pensamientos que dejaban su sombra para hacerse
verso.
Marc Kelly Smith supo ver una gran
oportunidad en este formato y creó el grupo
Ensemble de Poesía de Chicago
.
En un antiguo club de jazz, el mismo en el que
en su días de capo se sentó Al “Caracortada”
Capone, el Green Mill, estudiaron cómo hacerlo más
asequible para el público, a la vez que más abierto
para los poetas. Hasta que el 25 de julio de 1986
celebraron la primera sesión y nació el
Slam de
Poesía de Uptown
.
El
Green Mill
pasó a ser un templo de culto,
meca para todos los poetas orales del
mundo, y cada semana continúa
celebrándose el “slam”.
Así fue adoptado en Europa
donde nos gusta que las cosas
mantengan su nombre de pila y,
cómo no, España se unió a la lista
de países “slamers”. Madrid,
Valencia, Bilbao, Barcelona, Toledo, Mallorca,
Ciudad Real, Jaén, Granada, Cantabria...
La poetisa
Margarita Arroyo
pregunta en el
editorial que escribe como directora de esta revista
de letras y arte,
Pliegos de Rebotica,
nº 113,
editada por la Asociación Española de
Farmaceúticos:
¿En qué medida es la poesía una
actitud social de relación? ¿De qué modo el
fenómeno poético es capaz de poralizar las
inquietudes sociales del hombre? ¿En qué estrictos
medios ha de desarrollarse la entidad social del
mundo poético?
Sin duda que esta performance, “poetry slam”,
nos lleva a la búsqueda de un verso mucho más
audaz y al enriquecimiento personal desde el
atrevimiento que dirige al propio poeta. A veces no
resulta fácil desprenderse del ego limitador y
situarse en el juego de la participación. Hace falta
una dosis de valor, o afán de riesgo, para someter
nuestras cosas íntimas a una confrontación en la
que, si se mira con los ojos de nuestra autoestima
herida, se puede perder.
Pero aquí no hay vencedores y sí buenos
estudiosos. Ganar no significa que tu poesía ni tu
condición interpretativa, física o intelectual, sea
mejor que la de otros. El “slam” crea una
naturaleza donde lo más importante es compartir y
asimilar la riqueza de esta experiencia.
Al slamer le gusta aprender, así vuelve a
competir una y otra vez. Ante el público, jurado y
competidores, él observa si ha de extirpar impurezas
narratorias para enriquecer y consolidar el poema en
su síntesis. Como diría el rapero, Sycho Pro,
solo
para gente real.
Vuelvo a citar palabras de Margarita Arroyo:
Cuando se limitan los recursos adjetivos, la poesía
se esencia, se sustantiviza, se adelgaza. Cuando se le
despoja de la anécdota el poema se agudiza y
propende hacia una relación metafórica o
imaginista.
Sea cual sea la línea que cada cual lleve,
confrontar con el público siempre es una
oportunidad eficiente. Implica al poeta en un
proceso energético que le facilita la
búsqueda hacia versos
sencillamente más inspirados,
inteligentes,
comunicativos y
trascendentes.
P
de Rebotica
LIEGOS
47
Ramón García del Pomar
Poetry slam Cantabria
1...,37,38,39,40,41,42,43,44,45,46 48,49,50,51,52
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