H
oy hablo contigo como tantas veces antes. Porque los amigos de verdad
nunca se van del todo. Porque sembraste mucho a tu alrededor y esa
siembra continúa floreciendo. AEFLA sigue contigo porque tú sigues con
todos nosotros y las madrugadas nos recuerdan tus mails llenos de color o
de mensajes frecuentemente rematados con preciosa música y siempre con
palabras de afecto o de ánimo.
¿Sabes? Estábamos convencidos de que te conocíamos, pero nos faltaba
alguna de tus facetas. Sabíamos bien de tu vertiente de trabajador
incansable, minucioso, entregado. De amigo cierto, sólido, comprensivo.
De profesor eficaz de vocación auténtica. Y al final, cuántas virtudes más
encontramos en ti: eras el luchador sereno, el amigo que no quería
apenarnos y hasta nos animaba en sus momentos finales; el que nos enseñó
entereza de ánimo, grandeza de alma y generosidad en los momentos
duros. Y no solo a saber aceptar, sino a hacerlo honrosamente.
Valientemente.
Difíciles, hermosas, estas enseñanzas tuyas que no creo que olvide.
Quiero desde aquí decir algo que ya dije a la muerte y que a ti te gustó.
Para dedicártelo a ti como quien entrega sobre el mármol un ramo de
flores. Para que nos consuele cuando pensemos en ti.
…………
Pero no dices Tú
la última palabra.
no sellarás su boca
con invencible lacre,
con tu fuego canalla
de acetileno triste.
con tu sonrisa fatua
de quien todo lo puede.
Ahora quiero que sepas:
solo a nosotros vences,
a los que le quisimos,
a los que le queremos
porque nadie se queda
contigo para siempre.
Y tras la podredumbre
de tu pecho sin nombre
él canta donde nunca
podrás ya alcanzarle.
Hola, Juan Pedro.
■
P
de Rebotica
LIEGOS
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CARTA DE LA DIRECTORA
Margarita Arroyo
Hola
Juan Pedro
Juan Pedro en una de sus últimas
intervenciones en actos de AEFLA