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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
algunas formas inusuales como la enfermedad
de Charcot-Marie-Tooth (CMT).
A menudo se presenta como efecto secun-
dario inherentes a determinados fármacos, o
como una manifestación de una enfermedad
sistémica. La tasa de progresión de la polineu-
ropatía, en relación con su carácter (axonal o
desmielinizante) puede ayudar a identificar su
etiología (tabla 1A-C).
Los nervios periféricos son susceptibles a una
variedad de factores tóxicos, inflamatorios, he-
reditarios, infecciosos, que pueden afectar su
función; lo que conduce a la aparición de un
trastorno clínico que es la polineuropatía. Des-
afortunadamente, no existen reglas simples que
podamos aplicar de forma fiable para distinguir
los distinitos tipos de polineuropatía (por ejem-
plo, desmielinizante o axonal, crónico frente a
agudo, sensorial frente al motor) producido por
estas categorías de enfermedad.
La
polineuropatía diabética
generalmente
se considera predominantemente axonal, sin
embargo, grados variables de desmielinización a
menudo están presentes, al menos electrofisio-
lógicamente. El mecanismo subyacente en el de-
sarrollo de la neuropatía diabética es extremada-
mente complejo y probablemente se debe a los
efectos inflamatorios, metabólicos e isquémicos
que implica “per se” la propia diabetes.
Otras enfermedades sistémicas general-
mente también causan polineuropatía axonal
predominante. Ejemplos de estos incluyen las
polineuropatías asociadas con el virus de la in-
munodeficiencia humana (VIH), amiloidosis, hi-
potiroidismo, determinadas deficiencias vitamí-
nicas y la enfermedad de Lyme. Sin embargo,
existen algunas excepciones importantes. Como
por ejemplo, la polineuropatía asociada con ga-
mmapatías monoclonales, que es a menudo
desmielinizante.
Las patologías
autoinmunes
son de curso
más agudo, por ejemplo el síndrome de Guillain-
Barré, que es predominantemente desmielini-
zante; y donde una variedad de datos clínicos
y experimentales han implicado tanto a facto-
res humorales y mediados por células inmunes,
como a fenómenos que implican daño de mie-
lina o a las células de Schwann productoras de
mielina. Sin embargo, las formas axonales de
esta enfermedad también existen. Por ejemplo,
una variante inusual pero bien descrita de sín-
drome de Guillain-Barré es la de polineuropatía
aguda motora axonal (AMAN). En este trastorno,
la invasión primaria de los axones de las células
inflamatorias ha sido descrita.
Muchas
neuropatías tóxicas
, tales como las
originadas por el alcohol, la exposición a la qui-
mioterapia, o a metales pesados, producen un
trastorno predominantemente axonal que puede
presentarse como enfermedad aguda, subaguda
o crónica, dependiendo del nivel y de la grave-
dad de la exposición. Sin embargo, es incorrecto
incluir todas las neuropatías tóxicas en el grupo
de axonales, ya que hay muchas excepciones.
Las formas
hereditarias
más comunes de la
neuropatía hereditaria, a saber CMT tipos 1A,
1B, y X-ligados, son todas predominantemente
desmielinizantes , aunque también se ha encon-
trado una sustancial pérdida axonal coexistente.
Otras enfermedades raras hereditarias que cau-
san polineuropatías desmielinizantes incluyen
predominantemente las secundarias a enferme-
dades metabólicas de la niñez, tales como la en-
fermedad de Krabbe, leucodistrofia metacromá-
tica, y la adrenoleucodistrofia. En contraste con
éstos cuadros, algunas polineuropatías heredita-
rias puede tener un patrón axonal, incluyendo
Charcot-Marie-Tooth tipo II y de neuropatías
asociadas con trastornos mitocondriales tales
como el síndrome NARP (neuropatía, ataxia y re-
tinitis pigmentosa).
Los
factores ambientales
también pueden
afectar al nervio de forma sustancial. Se han
descrito neuropatías asociadas con la exposición
a agentes vibratorios inductores de daño neu-
rológico, la exposición al frío prolongado, o la
hipoxemia . Estos trastornos son principalmente
axonales.
Aunque se carece de datos basados en gran-
des poblaciones, es posible identificar un tipo
idiopático
de trastorno hasta en una cuarta
parte de los pacientes con polineuropatías en
centros de referencia, no evidenciándose una
causa específica responsable del cuadro clí-
nico, a pesar de extensas investigaciones. Una
variedad de términos han sido empleados para
describir este trastorno, incluyendo polineuro-
patía axonal idiopática crónica (CIAP), polineu-
ropatía sensorial crónica, polineuropatía crónica
de causa desconocida, neuropatía periférica sin
clasificar, y neuropatía idiopática. La mayoría de
los casos presentes en los mayores de 50 años
de edad y suelen progresar lentamente durante
meses o años.