FARMACÉUTICOS N.º 398 -
Septiembre
2014
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Artículo CON FIRMA
A
ún brilla con todo su esplendor. Cual hermosa alha-
ja, engarzada en los campos de al-Ándalus; se refle-
ja, coqueta, en el río al que se asoma desde que nació.
Dama romana, se muestra orgullosa de su legendaria
belleza. Su historia comenzó allá por el año 169 a. C., cuan-
do el general romano Claudio Marcelo funda
Corduba
junto al
asentamiento ibérico preexistente y en el punto donde el río al
que llamaron Betis deja de ser navegable. Entre verdes campi-
ñas ricas en vinos y aceite y tierras metalíferas, la colonia roma-
na llego a ser capital de la Bética, donde se realizaron grandes
obras de ingeniería, tales como el puente romano, acueductos
y otros edificios. Los templos, anfiteatros y foros engalanaban
el emporio, dejando que la luz
resplandeciera en sus colum-
nas y capiteles. Hogar de pres-
tigiosos filósofos, como Séneca
o Lucano, es un enclave privi-
legiado donde el conocimien-
to se engrandece, y su sabidu-
ría, atesorada por generaciones,
se vierte perpetuamente al río.
Río que cambia de nombre y
de dueños, ya que, tras una cor-
ta estancia de los visigodos, la
Córdoba romana da paso a la
árabe: molinos y alminares;
huertas, almazaras y norias por
doquier; palacios adornados
con lagos y cascadas donde se
percibe la cadencia del agua en los surtidores, juegos al aire, en
las acequias de los jardines perfumados de arrayanes...
Así era la “Joya del Califato”, un estallido de luz, un zafiro que
atrapa la luz del cielo, cuya mezquita, ámbar y granate, emble-
ma de la ciudad, es un bosque de palmeras doradas y carmesíes
donde resuenan ritos y rezos. Abderramán III proclama en 929
el Califato Omeya de Córdoba y fue la época de mayor esplen-
dor de al-Ándalus, donde florecieron las artes y las ciencias. El
califa poseía una inmensa biblioteca y entre los textos se encon-
traba un ejemplar de
Materia Medica
, de Dioscórides, regalo
del emperador de Constantinopla, Constantino VII. Fue éste un
hecho determinante en el impulso de la medicina y la farmaco-
logía. Los médicos andalusíes poseían un amplio conocimien-
to de matemáticas, astrología, botánica y terapéutica que incluía
la dietética, cirugía y farmacología. Desde el punto de vista far-
macológico seguían las teorías de Galeno y elaboraron unos tex-
tos precursores de las Farmacopeas que recibían el nombre de
Aqrabbadin
y que recogían la composición de los medicamen-
tos. Según el profesor titular del Departamento de Farmacia y
Tecnología Farmacéutica de la Universidad de Sevilla, Esteban
Moreno Toral, el desarrollo de la Farmacia en el Islam va unido a
sus profesionales: los
saydalänis
, los
attarines
y los recolectores
de minerales y plantas medicinales. Los
sandalinis
eran profe-
sionales científicamente preparados, siendo los que introdujeron
nuevas formas de administración farmacológica: julepes y elec-
tuarios; conservas, confecciones y jarabes; también incorporaron
nuevos recipientes de conservación: cajas de madera, vasos de
oro y plata y botes de porcelana, el más famoso de los cuales fue
el albarelo. Estos profesionales tenían autorización administrati-
va especial para abrir sus tiendas cerca de los campamentos mili-
tares, mientras que los
attarines
y los recolectores eran excluidos
por carecer de la suficiente formación científica. Dio al-Ánda-
lus grandes médico-farmacólogos y cirujanos: Averroes, Avice-
na (
Canon medicinae
), Maimónides y Abulcasis. Este último,
nacido en MedinaAzahara, fue uno de los más importantes ciru-
janos árabes de la época, considerado el padre de la cirugía, que
además de ser el primero en emplear el hilo de seda en las sutu-
ras parece ser que utilizó el yeso en el tratamiento de fracturas.
El yeso de uso ortopédico corresponde químicamente a un sulfa-
to de calcio hidratado y se empezó a usar en el siglo X, aunque
no fue hasta 1842 cuando se estableció la técnica de aplicación
de vendajes enyesados, según la técnica del médico holandés
Mathysen. A veces olvidamos que
materiales empleados en la creación
de obras de arte de la época, en estu-
cados y decoraciones o como sopor-
te base en las pinturas al fresco, en
los palacios omeyas y nazaríes, ten-
gan también aplicaciones terapéuti-
cas. Es el caso del yeso o la cal. La
cal es un producto natural (Ca O) y
al desleírse en agua forma la lecha-
da de cal usada desde la antigüedad
como desinfectante, prevención de
infecciones y desinsectante en arbo-
les, pero sobre todo se ha emplea-
do como blanqueante y aislante en
muros y fachadas.
¡Ay, Córdoba! En tus rincones
enjalbegados juega la luz cual seda tornasolada; se desliza entre
las sombras caprichosa, por los muros de la judería: filigranas
de colores son tus rejas; son tus flores, que tapizan los blancos
patios de cal, donde el rasgueo de una guitarra, el duende y el
quejío se enredan en las buganvillas, trocándose en saetas...!
¡“pa” el Cristo de los Faroles! Están tus callejuelas tachona-
das de talleres de orfebrería y platerías donde se fabrican dijes y
aderezos, pendientes y peinetas, para la mujer cordobesa: mira-
da azabache, negro cabello; tocadas con mantilla o con sombre-
ro: las que pintó Julio Romero.
Y antes del broche final, de un sabroso manjar les voy a
hablar: ajo, tomate y pan, aceite y sal para aderezar. ¿Quién no
ha probado el famosos salmorejo cordobés? Heredero de los
majados romanos y andalusíes (mazamorras), tiene, además
de grandes propiedades nutritivas, una cofradía gastronómica
que vela por su pureza y su buen nombre, La Cofradía Gastro-
nómica del Salmorejo Cordobés, fundada en 2009.
Córdoba. Corazón de Andalucía, amante de la gastronomía,
la guitarra, el flamenco y la poesía; capital de al-Ándalus, sue-
ño y corte de los reyes cristianos, capital de la Hispania Ulte-
rior Bética, se convierte ahora en la capital del saber farmacéu-
tico.Y aquí, del 22 al 24 de octubre de 2014, dentro del marco
del XIX Congreso Nacional Farmacéutico y actuando como
anfitrión el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos
de Córdoba, Práxedes Cruz, se debatirá el estado presente y
futuro de la profesión farmacéutica, que es sin duda el bien
más preciado para todos y cada uno de los que la amamos.
✥
María del Mar Sánchez Cobos
Farmacéutica
La Joya del Califato