POETAS DE HOY
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Vicente Aleixandre
47
Pliegos de Rebotica
´2018
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PALABRAS
Pero no importa que todo esté tranquilo.
(La palabra es lana marchita.)
Flor tú, muchacha casi desnuda, viva, viva
(la palabra, esa arena machacada).
Muchacha, con tu sombra qué dulce lucha
como una miel fugaz que casi muestra bordes.
(La palabra, la palabra, la palabra, qué torpe vientre hinchado.)
Muchacha,te has manchado de espuma delicada.
Papel. Lengua de luto.Amenaza. Pudridero.
Palabras, palabras, palabras, palabras.
Iracundia. Bestial.Torpeza.Amarillez.
Palabras contra el vientre o muslos sucios.
No me esperes, ladina nave débil.
débil rostro ladeado que repasas
sobre un mar de nácar sostenido por manos.
Nave, papel o luto, borde o vientre,
palabra que se pierde como arena.
HAY MÁS
Beso alegre, descuidada paloma,
blancura entre las manos, sol o nube;
corazón que no intenta volar porque basta el calor,
basta el ala peinada por los labios ya vivos.
El día se siente hacia fuera; sólo existe el amor.
Tú y yo en la boca sentimos nacer lo que no vive,
lo que es el beso indestructible cuando la boca son alas,
alas que nos ahogan mientras los ojos se cierran,
mientras la luz dorada está dentro de los párpados.
Ven, ven, huyamos quietos como el amor;
vida como el calor que es todo el mundo solo,
que es esa música suave que tiembla bajo los pies,
como un cuerpo o dos almas, como un último pájaro.
POEMA DE AMOR
Te amo, sueño del viento;
confluyes con mis dedos olvidando el norte
en las dulces mañanas del mundo cabeza abajo
cuando es fácil sonreir porque la lluvia es blanda.
En el seno de un río viajar es delicia;
oh peces amigos, decidme el secreto de los ojos abiertos,
de las miradas mías que van a dar al mar,
sosteniendo las quillas de los barcos lejanos.
Yo os amo, viajadores del mundo, los que dormís sobre el agua,
hombres que van a América en busca de sus vestidos,
los que dejan en la playa su desnudez dolida
y sobre las cubiertas del barco atraen el rayo de la luna.
Caminar esperando es risueño, es hermoso,
la plata y el orono han cambiado de fondo,
botan sobre las ondas, sobre el lomo escamado
y hacen música o sueño para los pelos más rubios.
Por el fondo del río mi deseo se marcha
de los pueblos innúmeros que he tenido en las yemas,
esas oscuridades que vestidas de negro
he dejado ya lejos dibujadas en espalda.
La esperanza es la tierra, es la mejilla,
es un inmenso párpado donde yo sé que existo.
¿Te acuerdas? Para el mundo he nacido una noche
en que era suma y resta la clave de los sueños.
Peces, árboles, piedras, corazones, medallas,
sobre vuestras concéntricas ondas, sí, detenidas,
yo me muevo y, si giro, me busco, oh centro, oh centro,
camino, viajadores del mundo, del futuro existente
más allá de los mares, en mis pulsos que laten.