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          ●
        
        
          Pliegos de Rebotica
        
        
          ´2018
        
        
          ●
        
        
          PLIEGO DEL PRESIDENTE
        
        
          Raúl Guerra Garrido
        
        
          L
        
        
          L
        
        
          a escritura es un sistema de
        
        
          representación gráfica de un idioma
        
        
          por medio de signos trazados sobre
        
        
          un soporte. Pero escribir (su
        
        
          intimidad) no es exactamente eso
        
        
          como tampoco lo es, aunque lo sea, escribir
        
        
          letras agrupadas en palabras que
        
        
          compongan frases unidas por un pensamiento
        
        
          describiendo una anécdota o una idea. Más bien es
        
        
          dejarse llevar por el automatismo de ese misterio
        
        
          neurofisiológico que genera párrafos discursivos cuando
        
        
          empiezas a dibujar los signos alfabéticos. Una cualidad
        
        
          adversativa de la que Antonio Pereira, el sabio villafranquino
        
        
          , antes de pasar a ser el Parador Nacional de Villafranca del
        
        
          Bierzo, dijo: “Más que escribir me gusta haber escrito”.
        
        
          Cierto, somos nuestra memoria y sin pasado no
        
        
          existimos. Frase la de Antonio más enjundiosa que la de
        
        
          Gertrude Stein cuando dijo:”escribir es escribir,
        
        
          escribir, escribir” y los de la estilográfica lo tomaron
        
        
          como reclamo: “Parker, la escritura”. Escribir es
        
        
          escribir y algo más, algo tan impalpable y
        
        
          recreativo como lo que se incluye en “una rosa
        
        
          es una rosa, una rosa, una rosa porque así es la
        
        
          rosa”, una pobre prosa escoja, porque en
        
        
          definitiva escribir es el tacto de la música, la
        
        
          melodía de una caricia, el aroma de un fugaz
        
        
          amor eterno, el ay de un dolor profundo, el
        
        
          imaginarse la emoción o sentir la emoción
        
        
          imaginada, el hacerse preguntas inverosímiles
        
        
          como en qué idioma sueño o quién le sacó
        
        
          la punta al lápiz, el milagro de la oración
        
        
          bien escrita, el trizar la página fallida
        
        
          (ventaja definitiva del papel sobre lo
        
        
          digital: la catarsis de la papelera), el
        
        
          poema que todos llevamos dentro, o
        
        
          sea, esa obsesión íntima y secreta del
        
        
          alfabetizado para expresar por escrito
        
        
          sus sentimientos, O lo que sea y
        
        
          todos sabemos lo que es. Con un
        
        
          único consejo de carácter
        
        
          práctico : no caer en la
        
        
          tentación de las mórbidas,
        
        
          impúdicas y lúdicas
        
        
          esdrújulas.
        
        
          ■
        
        
          Escribir es
        
        
          Escribir