Pliegos de Rebotica - Nº 114 - julio/septiembre 2013 - page 6

con preferencia al estudio de las
'humanidades' (
studia humanitatis
).
De la convergencia entre el
Humanismo y el Renacimiento
surgió una novedosa concepción
del ser humano sobre sí mismo:
entender su presencia y misión en
el mundo terrenal. A partir de esa
nueva percepción: la búsqueda
incesante del avance civil y social,
aunque también la prosperidad
terrenal. La aceptación de la religión, como camino
hacia Dios, siguió estando presente como necesidad,
aunque la interpretación teológica va a ser otra, que
desembocaría, tiempo después, en la crisis del
Cristianismo con la Reforma luterana. El
Renacimiento y la nueva luz humanística
encendieron el espíritu profano del hombre, aunque
ciertamente no el antirreligioso. Un profundo
cambio, eso sí, de la conciencia humana. Una
indagación incesante de la razón y de la verdad, a
través del estudio e investigación de los textos
grecolatinos y la innovación filosófica especulativa.
Pico della Mirandola, ya citado más arriba, fue uno
de los filósofos más destacado de todo el
renacimiento europeo, publicando a los 23 años sus
Conclusiones philosophicae cabalisticae et
theologicae
. Conclusiones que señalaban que en el
credo cristiano confluían todas las trayectorias de
pensamiento precedente medieval (en 1487 fue
declarado hereje). No obstante, con toda seguridad,
el autor que mejor alcanzó aunar el espíritu de la
filosofía humanística con el pensamiento cristiano
fue la gran figura intelectual de Erasmo de
Rotterdam (1469-1536).
Cabe mencionar, en este sentido, las academias
renacentistas Pontaniana de Nápoles y la Platónica,
fundadas por miembros de la familia Médecis en
Florencia. La creciente preocupación por el
humanismo consagró a que grupos de sabios,
proclives a los saberes científicos, fundaran otros
centros académicos más especializados
(descubrimientos científicos en astronomía, anatomía
y fisiología humanas, matemáticas, geometría, física
y química, ciencias naturales, etc.). En las escuelas y
universidades, características del pensar y hacer
renacentista, los conocimientos y humanistas se
insertaron de manera natural en un modelo educativo
heredado de la Edad Media. Como bien dice
el profesor F.J. Puerto (
El Renacimiento
,
Akal Historia de la Ciencia y de la
Técnica, 1991), "se produce en
definitiva una mutua interacción
entre ciencia y sociedad; la
segunda, al girar del teocratismo al
homocentrismo, posibilita una
manera diferente de entender la
naturaleza y la materia, (...), la
nueva ciencia, la nueva tecnología,
son los instrumentos, a su vez, para
perfeccionar y profundizar el nuevo modelo
social". La imprenta revolucionó, y
abarató, la difusión del conocimiento
escrito por los filósofos y científicos
humanistas.
¿Qué es el Humanismo? De la mano
interpretativa del hispanista, Joseph
Pérez (
Humanismo en el Renacimiento
españo
l, Gadir, 2013), los humanistas
"declararon cultivar lo que llamaron 'letras
de humanidad'; en latín
humaniores litterae
,
en español `letras humanas'. Letras, o sea, no
literatura contrapuesta a la ciencia, sino el saber en
su totalidad. Las letras que cultivaron los humanistas
son conocimientos de tipo científico. Estas letras son
humanas, mejor dicho, más humanas (
humaniores
)
que otras; es decir, que se distinguen de las
letras
sagradas
, de la ciencia divina, de la teología; la
ciencia se emancipa de la religión -lo cual, en la
época, parecía una revolución-, pero no se opone
forzosamente a ella". El destacado humanista
Lorenzo Valla escribió
De elegantia linguae latinae
,
una gramática del latín clásico, pero sobre una base
científica.
El mundo del humanismo renacentista está
magistralmente representado en la singular y
exquisita muestra iconográfica de Rafael:
La escuela
de Atenas
(1509-1510). Se trata de una expresión
pictórica del conjunto significativo de lo que en su
totalidad representó el humanismo renacentista (el
espejo en que se mira el ser humano), entre las
dimensiones espiritual y terrenal del hombre que, tal
vez sin ser plenamente consciente, se va apartando
de la época anterior bajomedieval, al encuentro de su
propia secularización. La escuela de Atenas muestra
a los filósofos más universales de la época clásica.
Entre otros: Epicuro, Anaximandro, Averroes,
Pitágoras, Hipatia, Parménides, Sócrates, Heráclito
(como Miguel Ángel), Diógenes, Platón (como
Leonardo da Vinci) y Aristóteles. El centro lo ocupan
Platón y Aristóteles; el primero, sosteniendo su
Timeo
(uno de los
Diálogo
), señala hacia el cielo,
como afirmando que su filosofía es trascendente y
mística; el segundo, Aristóteles, que porta un
ejemplar de su
Ética
, apunta hacia abajo, preocupado
por la realidad mundana y terrenal. Convergencia
ideal entre lo antiguo clásico y lo moderno, que
representa el porvenir más inmediato.
El Humanismo renacentista, en definitiva,
y por decirlo de alguna manera,
ejemplarizó el derecho del hombre a
realizarse y avanzar intelectualmente
en su mundo terrenal. Francesco
Petrarca (1304-1374), uno de los
más reconocidos inspirados
pioneros del Humanismo exclamó:
"Dejad libre el camino de la verdad
y de la vida".
P
de Rebotica
LIEGOS
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Epicuro
Lorenzo Valla, quien en su De
elegantia linguae latinae escribe una
gramática del latín clásico de base
científica.
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