FARMACÉUTICOS N.º 387 -
Septiembre
2013
35
ratorias, y con ello los estímulos de la tos. Entre los más usados
están el mentol, el cineol, el gomenol y el alcanfor.
– Reducción de la broncoconstricción:
La broncoconstricción
actúa como uno de los fenómenos irritativos que estimulan a los
receptores tusígenos del aparato respiratorio. Por consiguiente,
los fármacos con propiedades broncodilatadoras pueden tener
un efecto antitusígeno útil. Es frecuente el empleo de sustan-
cias anticolinérgicas (en realidad, se emplean fármacos de carác-
ter mixto, en su mayoría anticolinérgicos-antihistamínicos). El
efecto anticolinérgico tiene otra actividad antitusígena, como es
la de reducir las secreciones bronquiales, lo que resulta útil en
pacientes hipersecretores.
– Reducción de la transmisión de los impulsos aferentes:
Una
parte de los impulsos tusígenos son transmitidos por ramas de
varios nervios craneales (vago, glosofaríngeo, etc.), los cuales
utilizan como neurotransmisor a la acetilcolina. Por consiguien-
te, los fármacos con propiedades anticolinérgicas resultan tam-
bién útiles como antitusígenos previniendo la estimulación coli-
nérgica del centro medular de la tos.
– Reducción de la inflamación/congestión de la mucosa res-
piratoria:
La inflamación a este nivel también tiene un efec-
to irritativo de los receptores tusígenos situados en el árbol res-
piratorio. Para ello, se utilizan un tipo especial de fármacos con
capacidad antiinflamatoria.
Antitusivos opiáceos
La
codeína
es considerada unánimemente como el fármaco antitu-
sivo de referencia; se trata de un derivado de la morfina. De hecho,
uno de los metabolitos de la codeína es la propia morfina, respon-
sable del efecto analgésico de aquélla. La
folcodina
es el derivado
morfolinoetílico de la codeína, que presenta un efecto más prolon-
gado.Ya no está presente en ningún medicamento en España.
El
dextrometorfano
guarda una inequívoca relación estructural
con los opiáceos convencionales, pese a lo cual
carece por com-
pleto de efectos analgésicos
. Un análogo del dextrometorfano es
el
dimemorfano
.
El mecanismo de acción de los derivados opiáceos está muy
lejos de haber sido aclarado. Lo único en lo que parece haber un
cierto grado de consenso es que tal acción
no parece depender de
un efecto agonista (estimulante) sobre los receptores opiáceos
clásicos
. En este sentido, la práctica ausencia de efectos analgési-
cos, sedantes, astringentes y depresores respiratorios de los opiá-
ceos antitusivos parece sugerir que NO actúan sobre los recep-
tores opiáceos convencionales (mu, kappa o delta), lo cual viene
corroborado de alguna manera por el hecho de que el dextrome-
torfano y el dimemorfano no son capaces de inducir dependencia
física. Entre las ventajas de la acción selectiva del dextrometorfa-
no se halla la
ausencia de efecto depresor respiratorio
, que aun-
que bajo con la dosis antitusiva pueden ser un inconveniente para
los niños pequeños tratados con codeína. Por otro lado, la codeína
puede inhibir la actividad ciliar de los bronquiolos, lo que dificul-
ta la eliminación de las secreciones bronquiales. Esto supone un
cierto grado de contraindicación para situaciones que cursen con
abundante producción de moco (asma, enfermedad pulmonar obs-
tructiva crónica o EPOC, bronquitis crónica, etc.). Frente a ello, el
dextrometorfano
no inhibe la actividad mucociliar
.
Otra diferencia con la codeína consiste en que el dextrometor-
fano tienen
un efecto antitusivo que no aumenta con la dosis
.
De hecho, por encima de 30 mg, el efecto antitusivo se mantie-
ne prácticamente constante. Todo este conjunto de características
ha hecho que el dextrometorfano se haya convertido en el agente
antitusivo de referencia en el ámbito de los medicamentos que no
requieren prescripción médica.
Antitusivos no opiáceos
Si poco se sabe sobre el mecanismo de acción de los antitusivos
opiáceos, aun menos se conoce sobre la forma de actuación de sus
congéneres no opiáceos. En muchos de ellos se pueden recono-
cer ciertas actividades farmacológicas sencillas, pero resulta com-
plicado relacionarlas con la complejidad del control de la tos. Las
actividades simples son las siguientes:
–Anestesia local.
–Anticolinérgica.
–Antiinflamatoria local.
No son infrecuentes los fármacos que ejercen dos o más propie-
dades, siendo relativamente comunes los casos de efectos mixtos
de tipo anestésico-anticolinérgico, favorecidos por condicionantes
químicos muy similares.
La
cloperastina
es un antitusivo lejanamente relacionado con
algunos antihistamínicos H
1
. Podría presentar efectos centrales,
inhibiendo el centro de la tos, aunque su actividad broncodilatado-
ra y anestésica local podría potenciar los efectos. Estos aparecen a
los 20-30 minutos, y se prolongan por unas 3-4 horas.
Por su parte, la
levodropropizina
también ha mostrado activi-
dad antitusiva, aunque su mecanismo de acción no está claro. Pare-
ce actuar a nivel periférico traqueobronquial, ejerciendo efectos
antialérgicos y antiespasmódicos. En animales de experimentación
se ha comprobado un efecto anestésico local; la unión de estas acti-
vidades podría reducir la estimulación aferente vagal. Parece pre-
sentar unos efectos superiores que los de la cloperastina en caso de
tos inducida por estímulos periféricos, mientras que en la tos de ori-
gen central ha mostrado unos efectos hasta 10 veces inferiores a los