FARMACÉUTICOS N.º 403 -
Marzo
2015
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Artículo CON FIRMA
L
os tres días del Congreso
Infarma 2015
en Barcelona han
sido de una actividad agotadora, pero reconfortantes.
Resulta imposible concentrar una profusión de debates
más variada en sólo 72 horas, pero el sector necesita-
ba de todos ellos. Y aún así, quizás habrá muchos que se
hayan quedado con aspectos pendientes de ampliar o con mati-
ces que se podrían haber abordado mejor. Los organizadores y
ponentes han dado el máximo, pero la farmacia es un ámbito
en constante evolución, siempre con retos pendientes, siempre
con espíritu de reforma y siempre
con desarrollos perentorios... Cada
vez más lejos de los conceptos tra-
dicionales, aunque ahí sigan. Y cada
vez más cerca de nuevos caminos
que obligan a esfuerzos, pero que
son ya esencia también de su carác-
ter poliédrico.
Un Congreso como Infarma se
desgaja en tres vertientes para el
asistente. La primera es la de los
propios debates. Muchos farmacéu-
ticos programan minuciosos la agen-
da en su afán por llegar a todos los
temas que les resultan de interés.
Y por desgracia, por mucho que lo
intenten, a veces deben elegir. Por-
que para hablar de todo, hay mesas
en paralelo que desafían al don de
la ubicuidad. La segunda es el reco-
rrido por los estands, que además se
sabe cuándo empieza, pero no cuán-
do acaba. Porque si uno llama nues-
tra atención y preguntamos algu-
na información, podemos estar a
las puertas de un encuentro del que
emergerá mucho más que una curio-
sidad resuelta. Y la tercera es lo que
ahora se llama pomposamente el
“networking”
, que no es sino el “me
he encontrado con alguien y me he
parado un buen rato a charlar...” de
toda la vida. También ocupa un tiem-
po indefinido. Incluso, para muchos,
es la mejor parte de un encuentro
profesional como éste...
La farmacia española ha definido desde hace un año de
forma convencida su perspectiva de futuro. Una etapa de
cierta tranquilidad legislativa sobre el sector ha permitido
hacer un enfoque que comenzó en la primavera de hace un
año cuando el Consejo General realizó encuentros sectoria-
les con protagonistas y “
stakeholders”
para abordar diversos
aspectos y proponer retos de nueva configuración. Aquello
generó muchas ideas. Y todas ellas se concentraron a modo
de órfebre en el “Documento de Córdoba”, que puede enten-
derse como la “Constitución modernizada” más ambicio-
sa que la farmacia comunitaria se ha marcado a sí misma en
años. No ha hecho falta que llegaran sugerencias desde fuera
o que otros marcaran el camino. Por primera vez, la farmacia
se ha concentrado por propio deseo en analizar lo importan-
te por encima de lo urgente, precisamente para desarrollar el
camino que permitirá resolver futuras urgencias.
En cierta forma, Infarma ha permitido una revisión de todos
esos principios a los 6 meses de formularse. La actualidad es
tan candente que así deben ser las revisiones: constantes y
reformistas. Con el pálpito de que, tal vez, manteniendo las
esencias, haya siempre algo que reconsiderar. Una gran par-
te de los que ayudaron a proyectar la Declaración de Córdo-
ba han estado presentes en Infarma y han sido críticos de sí
mismos en su revisión. Aunque el
documento, hoy por hoy, lo que
necesita sobre todo es difundirse
para que los profesionales entien-
dan que, asumiéndolo en su mira-
da integral, lo harán más fuerte y
por extensión, harán que el éxi-
to de culminar sus retos esté más
cerca.
En Infarma se encontraba a far-
macéuticos ávidos de atender deba-
tes sobre el riesgo cardiovascular
y las campañas de divulgación
que con gran éxito se han lleva-
do a cabo, o sobre la diabetes, o
sobre dermatología (protagonista
en varias mesas), o sobre la triple
perspectiva de financiación, polí-
tica y visión clínica de los nuevos
medicamentos que llegan, o sobre
experiencias de otros países, pro-
yectos de investigación, nutrición
deportiva, salud animal, fárma-
cos de autocuidado, formulación
magistral y otros tantos asuntos...
Pero envueltos en todos ellos, se
albergaban la educación y las nue-
vas competencias profesionales.
Programas de trabajo como el con-
SIGUE, uno de los más novedosos
que se ha planteado el sector; o el
deseo de una práctica colaborati-
va en la que el farmacéutico sea
mucho más por su potencial desa-
rrollo, pero también desde la mira-
da conjunta del equipo de salud;
y siempre con la atención en ese paciente que lo primero que
hace en muchísimas ocasiones, cuando tiene un problema, es
acudir a una farmacia.
A Córdoba y Barcelona les sucederán Madrid y Castellón
como nuevos lugares donde hacer reflexiones, que tal vez
serán parecidas, pero nunca las mismas. Por suerte, la far-
macia no opta a treguas en sus desafíos, que siempre están a
la vuelta de la esquina. Esta vez fue con el Tibidabo o Mon-
tjuic como testigos, pero en cualquier caso, los escenarios son
siempre el espectador para hallar nuevas respuestas, indepen-
dientemente del clima que los envuelva...
Antonio Mingarro Muñoz-Cobo
Redactor jefe de
S
anifax
Infarma y la farmacia poliédrica
