FARMACÉUTICOS N.º 384 -
Mayo
2013
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ción y la estimulación nerviosa transepidérmica. Así, el
rascar probablemente actúa como inhibidor local o dis-
tante del prurito.
Entre las medidas generales y más sencillas para ali-
viar el prurito se incluye la de enfriar el área afectada con
compresas frescas (no es recomendable que estén exce-
sivamente frías). El calor y el sudor pueden aumentar el
picor mediante la activación de las fibras C.
Se debe eliminar el contacto excesivo con el agua o con
otros materiales que interrumpan la función de barrera del
estrato córneo (detergentes, solventes y sustancias abra-
sivas) y minimizar el contacto con telas de lana, ya que
éstas pueden irritar directamente la piel. Asimismo, es
recomendable evitar el consumo de alimentos muy azu-
carados, salados, sazonados y picantes, alcohol, café, té,
chocolate y bebidas de cola.
Entre los medicamentos que no requieren prescripción
médica, los agentes más empleados en la resolución del
picor son los
anestésicos locales
. Los más empleados
son la
benzocaína
y la
lidocaína
, menos alergénicas
que los anestésicos locales de tipo éster (propanocaína).
Los
antihistamínicos
son útiles en algunas circuns-
tancias, tales como el alivio de las picaduras de insectos
y dermatitis de contacto, pero no son recomendables para
el tratamiento tópico del prurito por el riesgo de provocar
reacciones de hipersensibilidad y debe evitarse la exposi-
ción a la luz, muy especialmente en el caso de la prometa-
zina debido al riesgo de fototoxicidad.
Los llamados
agentes contrairritantes
producen
una leve irritación local que es capaz de amortiguar otras
más intensas. Entre ellos, cabe citar el amoníaco, el men-
tol, el alcanfor o el crotamitón.
Los
emolientes
como la vaselina, la lanolina u otros
preparados resultan adecuados para su aplicación después
del baño como hidratantes, mientras la piel permanece
todavía húmeda, evitando el exceso de agua.
Los
esteroides tópicos
, como la hidrocortisona, no
suelen aliviar el prurito generalizado (sin dermatitis), pero
en algunas ocasiones pueden resultar útiles si se emplean
junto con lubricantes en la piel seca de los ancianos.
La
capsaicina
tópica estimula inicialmente la libe-
ración de neuropéptidos, perpetuando así la reacción
inflamatoria y el picor. Sin embargo, al aplicarla repeti-
tivamente (3-4 veces al día) interfiere con la síntesis y el
transporte de neuropéptidos en las fibras nerviosas y pue-
de ser efectiva en casos de picor localizado.
Los medicamentos que disminuyen el nivel de sales
biliares como la colestiramina mejoran considerablemente
el
picor colestático
. Las perfusiones plasmáticas a tra-
vés de carbón disminuyen el picor sin afectar el nivel séri-
co de sales biliares, demostrando así que no es el único fac-
tor responsable. Asimismo, las infusiones de naloxona han
sido efectivas para aliviar el prurito colestático. Este tipo de
prurito responde parcialmente a la administración de resi-
nas de colestiramina, o de los antihistamínicos anti-H1 (del
tipo terfenadina). El prurito asociado a la cirrosis biliar pri-
maria responde parcialmente a la administración de rifam-
picina y a la fototerapia con luz ultravioleta B (UVB).
Los emolientes, la
paratiroidectomía parcial
(en pacien-
tes con hiperparatiroidismo), la eritropoyetina (baja los nive-
les de histamina, aunque esta indicación no está autorizada
oficialmente), la fototerapia con luz UVB, carbón activado
oral y la capsaicina tópica constituyen alternativas para el
tratamiento del picor de origen urémico (en pacientes hemo-
dializados). Sin embargo, el tratamiento más efectivo para
este tipo de prurito probablemente sea el trasplante renal.
El prurito en estos pacientes no responde al tratamiento con
antihistamínicos ni con corticoides sistémicos.
En el caso del prurito relacionado con
enfermedades
endocrinas
, el tratamiento debe ir dirigido hacia la cau-
sa primaria.
Aunque se ha demostrado un aumento en los niveles séri-
cos de histamina, los antihistamínicos son poco efectivos en
el
prurito acuagénico
. La fotoquimioterapia con psorale-
nos parece ser más efectiva que otras terapias convencionales.
En el
prurito en dermatitis atópica
parece haber
un componente central en la regulación de este tipo de
picor, y se ha demostrado que los antihistamínicos no
sedantes no lo mejoran, mientras que los antihistamínicos
y otros no antihistamínicos sedantes sí lo hacen.
La fototerapia con UVB puede mejorar el picor en la
infección por VIH
. La respuesta a los antihistamíni-
cos es pobre.
El tratamiento más efectivo para el
prurito en el ancia-
no
consiste en la aplicación de emolientes inmediatamen-
te después del baño. El tratamiento se basa en intentar res-
tituir la hidratación cutánea mediante la administración de
preparados tópicos en forma de emulsión de aceite en agua
(O/W), con urea (al 5-10%), ácido láctico (al 3-5%) o lac-
tato amónico (12%). Estos emolientes son particularmente
efectivos para mejorar la sequedad, el picor y la función de
barrera del estrato córneo. Aunque algunos autores reco-
miendan el uso de esteroides tópicos y/o antihistamínicos
orales, no son más efectivos que los emolientes tópicos.
La capsaicina al 0,025% tópica alivia el picor en algu-
nos casos de
notalgia parestésica
.