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Pliegos de Rebotica
2019
PLIEGO DEL PRESIDENTE
Raúl Guerra Garrido
D
D
e pronto,
halagado y
sorprendido,
encuentro
mi nombre
en el elenco referido al
singular rey Alfonso X el
Sabio. Me acuso de
negligencia, olvido, quizá
ignorancia, y trato de
compensar la falta
soplando con fuerza en el
rescoldo de mi vieja
memoria. Pongámonos en
el siglo XIII. Guerrero de
grandes victorias y
derrotas, no fue la guerra
quien le concedió el sobrenombre sino la lucidez
de su pensamiento para transitar de la cultura
medieval a la modernidad del renacimiento.
Recordemos la mítica Escuela de Traductores de
Toledo, el fastuoso
Código de las Siete Partidas
, las
Tablas alfonsíes
(o astronómicas con el astrolabio
válido hasta el XVII), la novedosa y exhaustiva
Crónica general o grand estoria, el erudito ocio
de los
Libros de ajedrez, dados y tablas
, y la
inmensidad poética de las
Cantigas de Santa
María
, amén de otras profanas, que le convierten
en uno de los genitores de nuestra lengua
literaria.
Pongamos algunas citas rescatadas de no podría
concretar su referencia bibliográfica. La
emocionada definición de libertad: “Poderío que
ha de tener todo
home
naturalmente de
forzar lo que
quiera, solo que
derecho de ley o
de fuero non gelo
embargue”.Sobre
el juicio que
alguien le merece:
“Como el cántaro
quebrado se
conoce por su
sueno, otrosí el
seso del home es
conocido por la
palabra”. Con
permiso de las actuales feministas un piropo
excepcional: “La cara de la mujer es así como
llama de fuego que quema al que la cata”. El
juego verbal del NO-DO, con una madeja
intercalada, para el escudo de Sevilla creo que es
de su hijo: NO (me ha deja)DO.Y el consejo más
sensato/sabio que no sé si de partida o cantiga,
pero que recojo en mi novela
Demolición
y
deseo para AEFLA, dice así:
Quemad viejos leños.
Leed viejos libros
Bebed viejos vinos.
Tened viejos amigos.
Alfonso X
el Sabio
Alfonso X tras la toma de Cádiz (detalle de un óleo de
Matías Moreno)
