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Pliegos de Rebotica
2019
PLIEGO DEL PRESIDENTE
Raúl Guerra Garrido
L
L
o que no tiene nombre
no existe, de ahí la
importancia de tener
nombre propio.
Nominar es dar o asignar
nombre a una persona o cosa (a
no confundir con seleccionar o
proponer como candidato, puro
anglicismo) algo que referido a
título o denominación de una
obra intelectual, libro, disco, película
y demás variantes, por su poder
evocador, puede decidir la voluntad del visitante
ocasional. Titular bien es todo un arte. Para uno, sin
duda alguna, el mejor título mundial de una novela
es el concedido por el peruano Ciro Alegría a su
El
mundo es ancho
y ajeno: toda esa gente vencida,
desahuciada y adiós: “Váyanse a otra parte, el
mundo es ancho y ajeno”. El título, dicen, es el alma
del libro, quizá alma sea algo excesivo pero al
menos si ha de ser algo entre metáfora y alegoría,
evocativa o provocativa, que nos invite a bucear en
el texto. Los hay tan bellos como simbióticos y a
bote pronto se nos ocurren casi los mismos:
La
insoportable levedad del ser
(M.Kundera),
A la busca
del tiempo perdido
(M. Proust),
Cien años de soledad
(G. García). EL título es el nombre propio de la
obra, pero el nombre aislado del protagonista suele
ser nefasto como título de la creación y como
ejemplo
Pascual Duarte
, sin el poderoso desgarro de
Cela el vocacional anonimato del extremeño no se
hubiera conocido. Cuando al nombre y hombre se
le añaden algunas de sus circunstancias el trance no
es tan extremo, sirva de
ejemplo
Cinco horas
con Mario
de Miguel
Delibes, aquí con
minuciosidad de entomólogo.
A veces el título
depende más del
ánimo que del talento
del autor, depende del
día, que cuando el día
es de no me apetece da el
título más repetido en la
historia de la pintura universal:
Sin
título
.Y que cuando el día es de estoy de buen
humor suele dar ingeniosidades como el título más
corto del mundo, el de Monterroso que no es el
dinosaurio sino “La letra e”Los título pueden
seducir pero nada pueden garantizar de la calidad
de la obra y en este sentido el que me fascina es el
de una mala película de Mel Stuart,
Si hoy es martes,
esto es Bélgica
, magnífica descripción de cómo el
turista ha asesinado al viajero sin dejar el más
mínimo rastro del crimen.
Todo esto para llegar a una fantasía. Titular bien es
todo un arte y sería interesante confeccionar toda
una historia de la literatura y cultura universal a
través de los títulos sin entrar en consideraciones
sobre la calidad de las obras: ¿Qué Frankestein
obtendríamos? ¿O un Apolo? Todo esto para
confirmar también una alegría reiterada. Así
nominada por Federico Muelas, “
Pliegos de
Rebotica
” es uno de los más bellos títulos de
revista literaria escrita en papel y sobrevive.
La importancia
de llamarse…