Revista Farmacéuticos - Nº 134 - Julio/Agosto 2018 - page 50

50
Pliegos de Rebotica
2018
PLIEGO DEL PRESIDENTE
Raúl Guerra Garrido
N
N
os gusta disfrutar de los
paisajes naturales como de un
espectáculo adánico, pero es
difícil dar con uno libre de la
intervención de la mano del
hombre, el paisaje antrópico invierte el
sentido del espectáculo, en algunos casos
hasta límites inconcebibles.
Pongamos la playa de Alang, no cuando se
llamaba “sonrisa del cielo” sino cuando se
llama “no sé qué del infierno” y es el
vertedero del planeta, en el golfo de
Khambat, en la costa occidental india, con
todos esos esclavos en fila india tirando de
estachas interminables prendidas en
imprecisos noráis.
La mitad de todas las toneladas que navegan
sobre la mar se desguazan en estas playas
paradisiacas, ilegal o alegalmente, pero se
desguazan: la demolición en estado puro. Toda
suerte de naves, de pequeños ferris a barcos
de cabotaje, de buques tramp a
desproporcionados transatlánticos, a
gigantescos petroleros, y al portaviones
Clemenceau exhibiendo sus cascos huecos,
cáscaras de crustáceos ya servidos en la mesa
y devueltos a la basura.
Entran con la pleamar y cuando el agua se
retira ahí yacen varados en víspera del
desaforado desmantelamiento general,
empezando por lo más útil, los restos del
mobiliario, le sigue el cableado eléctrico, las
tuberías con sus accesorios y a continuación
el asalto de los desheredados de la tierra a
menos de dos dólares al día, con sopletes y
herramientas inadecuadas, con las manos,
pieza a pieza, tornillo a tornillo, chatarra al
mejor precio del mercado si eres comprador.
Toda suerte de accidentes graves en medio
de una contaminación que no deja de crecer
en continuos fractales de amiantos, carburos,
glicoles, metales pesados, charcos de sangre y
regueros de ácido emitiendo vapores nocivos:
lo dantesco como estampa costumbrista.
Todos esos descomunales edificios de acero
varados, semienterrados en la arena y
elevando su estructura constructivista en
castillos recubiertos de herrumbre, son
formas de la más loca fantasía. Fatiga agónica
del metal, ningún pájaro lo anida ni
sobrevuela, ni siquiera el graznido de una
gaviota. Bucear en el antes mar azul de esta
playa, eso es eutanasia.
Museo de bellísimos horrores de acero, de
geometría cruel pero no fría, atractivamente
obscena.
Los buques clavados como Scalibur en la roca
madre, si el paisaje es un fenómeno cultural,
son la exacta parafernalia no del fin del
mundo sino del fin del ser humano como
paisajista.
Paisaje
antrópico
1...,40,41,42,43,44,45,46,47,48,49 51,52
Powered by FlippingBook