Revista Farmacéuticos - Nº 120 - Enero/Marzo 2015 - page 49

ha cantado Sam al piano para dedicársela a su mujer.
Sabe que el asunto tiene muchas espinas, pero
decide no extraerlas ni averiguar dónde están para
evitar cualquier riesgo de hemorragia cardiaca.
You
must remember this, a kiss is just a kiss…
susurra
Víctor.
Las luces de la pista se apagan de forma
repentina y cunde la alarma entre los recién
llegados. Casi todos cargan con sus propias maletas
y la falta de luz convierte al grupo en grandes bultos
sospechosos. Dos números de la Guardia Civil
iluminan la zona con temblorosas linternas, se
acercan y solicitan los pasaportes y la
documentación a todos los viajeros.
Uno de los agentes mira con fijeza a Ilsa. Está
claro que le deslumbra su belleza. La Bergman le
mira con cierto regocijo y algo de humor. No es
momento de mohines y galanterías pero el guardia
se pone a la entera disposición de la pareja para
facilitarles su llegada a la frontera de Portugal. Se
trata de un ejemplo más de la caballerosa cortesía
española. El patrullero solo tiene ojos para Ilsa… es
natural.
Víctor no está muy dispuesto a transitar por
rutas de poca garantía y una infame carretera que
culmina en un penoso traslado en trasbordador a la
altura de Ayamonte para cruzar el Guadiana. Pide un
taxi para que les lleve hasta Sevilla a casi un centenar
de kilómetros. En la capital andaluza tiene contactos
y varios amigos.Además, sabe que España se
mantiene en la conflagración bastante más neutral de
lo que aparenta. Churchill así lo ha confirmado en
más de una ocasión, tanto en sus intervenciones
públicas en la Cámara de los Comunes como en
diversas entrevistas mantenidas con miembros de la
resistencia en las zonas del continente ocupadas a
sangre y fuego por Hitler.
Los Lazslo consiguen llegar e instalarse en
Madrid algunas semanas más tarde.Varios ciudadanos
checoslovacos en el exilio convencen al matrimonio
para que ambos se queden en España hasta que las
aguas bélicas se calmen. Se alarga el conflicto en
Europa y el frente ruso ofrece una resistencia
inusitada a la invasión alemana. Resurgen levemente
las esperanzas de recuperar la patria para todos
aquellos que la perdieron hace casi un lustro. Lazslo
se emplea como traductor del gobierno español y
comprende que la prioridad de éste no es otra que
mantenerse al margen del conflicto y tratar de
recuperar la salud de un tejido social exhausto. Los
españoles se dedican a rehacer todo lo destruido sin
mirar atrás y con unas enormes ganas de pasar
página y olvidar.
Un paseo por la Gran Vía
Aunque ahora la calle más cosmopolita de la capital
se denomina oficialmente de otra forma, todo el
mundo la sigue conociendo por la Gran Vía. Es casi
invierno; en concreto, es el 19 de diciembre de 1946
y los Lazslo pasean mirando escaparates para
preparar las compras navideñas. Ellos se han hecho a
Madrid y Madrid a los Lazslo. La guerra en el
continente ha terminado pero Checoslovaquia no ha
salido bien parada y ahora el viento enemigo viene
desde el Este. Definitivamente, la libertad es un bien
inaccesible.
La Gran Vía está repleta de cines, es un remedo
pequeño y entusiasta de las grandes avenidas
cosmopolitas. De repente, Ilsa frena sus pasos y mira
asombrada al gran cartel del cine Callao, justo en la
curva que hace la calle al llegar a la cima de la colina.
Su rostro y el del añorado Rick ocupan casi todo el
telar. Los recuerdos se agolpan en su mente.Víctor
sonríe con dulzura.A medida que el tiempo pasa –
As
time goes by
– aquel episodio se ha ido difuminando
en su convivencia. Mira a Ilsa con todo el amor que
le cabe y confirma el esplendor ilimitado de su
esposa. Con esa naricilla levemente respingona y un
punto insolente, con ese brillo en los ojos que
confirma su pasión por la vida.
Victor e Ilsa tienen ya dos niños españoles y él
trabaja para la embajada italiana. En enero de 1968,
Dubcek le va a reclamar para formar parte del
gobierno checo en la antelasa de la primavera de
Praga pero un cansado Lazslo se lo piensa y
renuncia a la vuelta a su país. Sigue enamorado de
Ilsa, pero también Madrid ha conquistado su
corazón.
Dudan antes de entrar al patio de butacas. Al
fin y al cabo, saben como termina o empieza todo:
Se apagan los focos del estudio, el aeroplano
detiene sus achacosas hélices y los guionistas no
tienen demasiado claro un final que, sin discusión,
va a pasar con letras de oro a la gran historia del
arte que el ser humano fue capaz de erigir en el
pasado siglo.
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Pliegos de Rebotica
´2015
SOLES DE MEDIANOCHE
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