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Panorama Actual del Medicamento
ASESORAMIENTO FARMACÉUTICO
primaria o la vasculitis (síndrome de Sjögren se-
cundario); de hecho, se detecta artritis aproxi-
madamente en el 33% de los pacientes. La
sialoadenitis autoinmune
es, junto con la que-
ratoconjuntivitis seca, una de las manifestacio-
nes más importantes del síndrome de Sjögren.
Afecta en forma difusa todas las glándulas sali-
vales y cursa clínicamente como una xerostomía
y, con menor frecuencia, como un aumento del
tamaño de las parótidas (parotidomegalia) pero
sin dolor. Está acompañada, en mayor o menor
grado, por una afectación de todo el sistema
glandular exocrino, por lo que se suele traducir
en sequedad ocular, de las vías respiratorias, di-
gestiva, vaginal y cutánea.
La administración de
radioterapia
radia-
ciones ionizantes – en el área cérvico-facial
puede causar un grado variable de alteraciones
a las glándulas salivares; daño que se manifiesta
con la destrucción de las células acinares y con
la subsiguiente atrofia y fibrosis de la glándula,
de forma dependiente con la dosis de radiación
y con la edad del paciente. Son más sensibles
a las radiaciones – en orden decreciente – las
glándulas parótidas, las submandibulares y las
sublinguales. Las células serosas acinares pa-
recen ser más sensibles a la radiación que las
células mucosas. A partir de una dosis de 40-50
Gy pueden producirse lesiones irreversibles, con
atrofia de las glándulas y xerostomía.
La
quimioterapia
también puede producir
cambios en la salivación, aunque usualmente
transitorias y menos graves que las producidas
por la radioterapia. No obstante, la combina-
ción de estos dos tratamientos produce efectos
más pronunciados que cuando se realizan por
separado. Los agentes antineoplásicos afectan
principalmente a las células de la mucosa, tanto
a las sanas como a las alteradas, reduciendo su
capacidad de resistencia a las agresiones quími-
cas y físicas, pudiéndose producir úlceras espon-
táneas, inflamación generalizada de los tejidos
mucosos – mucositis –, infecciones, hemorra-
gias en las encías, lengua y labios, además de
dolor que dificulta la ingesta de alimentos.
Por último, los
traumatismos
producidos
en las glándulas salivares, producto de golpes
en la zona de cara y cuello, así como la cirugía
empleada para la resección de tumores, pueden
afectar o destruir completamente la inervación,
dañar el parénquima y los conductos secretores
de las glándulas salivares o comprometer su irri-
gación sanguínea.
Tratamiento
El tratamiento de la xerostomía frecuente-
mente produce sólo resultados parciales. Los
agentes
sialogogos
son poco efectivos y por
ello se requiere utilizar una serie de medidas
generales, entre las que son especialmente re-
comendables las siguientes:
––
Restringir el consumo de café o de refrescos
con cafeína.
––
Restringir el consumo de bebidas alcohólicas.
––
Evitar la utilización de colutorios que conten-
gan alcohol.
––
Beber frecuentemente pequeños sorbos de
agua a lo largo del día o incluso masticar pe-
queños trozos de hielo.
––
Mantener una rigurosa higiene dental, con
visitas frecuentes al odontólogo.
––
Masticar chicles. Es importante que estos
sean
sin azúcar
,
debido al riesgo incremen-
tado de caries dental en estos pacientes.
La
estimulación de las glándulas saliva-
res
es adecuada para pacientes que mantienen
algún grado de funcionalidad de las glándulas.
La estimulación puede realizarse a través de la
masticación, el uso de medicamentos sialago-
gos o mediante estimulación eléctrica. En gene-
ral, los pacientes prefieren los estimulantes de la
saliva a los sustitutivos de la misma.
La
masticación
es un estímulo efectivo
para aumentar el flujo salival. La utilidad del
chicle
(
goma de mascar) en los pacientes con
xerostomía se debe a que incrementa la secre-
ción de saliva, como consecuencia de la esti-
mulación de quimiorreceptores (de las papilas
gustativas) y de mecanorreceptores. Algunos
estudios han demostrado que el aumento de
salivación es mayor con
chicles saborizados
,
en concreto el 85% del flujo salivar se debe-
ría a la estimulación del gusto, el resto a la
estimulación mecánica de la masticación. Se
han alegado posibles problemas mandibula-
res y una mala aceptación social de la práctica
de mascar; sin embargo, en algunos estudios