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Panorama Actual del Medicamento
ASESORAMIENTO FARMACÉUTICO
en la base de la lengua, en un plano superior
a las submaxilares. Vierten su contenido por el
conducto de Rivinus.
De todos los órganos del complejo craniofa-
cial-oral-dental, las glándulas salivares y su pro-
ductos, la saliva, constituyen probablemente los
principales elementos que relacionan la salud
oral con la sistémica. De hecho, la saliva inter-
viene en funciones tan importantes como:
––
Lubrificar y humedecer los labios y la mucosa
bucal.
––
Mantener la higiene bucal, eliminando restos
alimentarios (arrastre mecánico).
––
Facilitar la lubricación del bolo alimenticio
(
fundamentalmente, debido a la mucina),
para que pueda ser fácilmente deglutido.
––
Función predigestiva, por la presencia de en-
zimas (lipasas y amilasas).
––
Antimicrobiana, debido fundamentalmente a
la presencia de
lisozima, histatinas
y
mucina
.
––
Reducir la acidez (que puede dañar el es-
malte) provocado por la flora bacterana
bucal, amortiguando el pH de la saliva, por
su alto contenido en fosfatos y bicarbonato
(
función de
tampón químico
).
Con su impresionante arsenal antimicro-
biano, la saliva representa un inestimable filtro
de entrada frente a un buen número de micro-
organismos patógenos, como el VIH, la
Can-
dida albicans
o bacterias patógenas implicadas
en enfermedades de la cavidad oral o incluso
sistémicas. En la saliva pueden encontrarse, por
ejemplo, anticuerpos frente a virus patógenos
como poliovirus, rinovirus e incluso VIH. Las
grandes glucoproteínas presentes en la saliva,
las
mucinas
tienen también propiedades antivi-
rales, al igual que las
cistatinas
,
una familia de
proteínas ricas en cisteína, con marcadas pro-
piedades inhibidoras frente a los virus del grupo
Herpes
.
La saliva también contiene
histatinas
,
proteí-
nas con potentes actividades antifúngicas, en
especiales frente a
Candida
.
Además, está la co-
mentada
lisozima
,
con significativas propieda-
des antibacterianas, la cual junto con otras en-
zimas son capaces de destruir un buen número
de especies bacterianas patógenas, a través de
varios mecanismos (degradación de la mem-
brana bacteriana, inhibición del crecimiento
y del metabolismo, desregulación de enzimas
bacterianas vitales, etc).
La alteración de la película salival hace a
los tejidos blandos más susceptibles a la de-
secación, desepitelización y daños del medio
ambiente, facilita la colonización por parte de
microorganismos oportunistas, y esto a su vez
favorece la inflamación de las mucosas (muco-
sitis), la presencia de ulceraciones dolorosas,
infecciones locales (candidiasis), sensibilidad,
queilitis angular, ardor en la mucosa bucal y
lengua con la consecuente dificultad para el
paciente de comer, hablar, utilizar sus prótesis
y dormir, lo que afecta su calidad de vida.
En los pacientes con
xerostomía
,
la mastica-
ción, la deglución y el habla se dificultan debido
a la disminución de lubricantes salivares; los ali-
mentos no se degustan si no se encuentran di-
sueltos, ya que la saliva actúa como medio para
la activación de receptores de las papilas gusta-
tivas y además hay aumento en la sensibilidad
de los sabores fuertes como la sal, ácidos, pas-
tas dentales, etc. Clínicamente, en los pacientes
con xerostomía, la lengua se aprecia eritema-
tosa, fisurada y con atrofia de sus papilas.
Cuando existe disminución del flujo salival, la
función de limpieza disminuye favoreciéndose
el acúmulo de placa dental y de depósitos ali-
menticios y, en consecuencia, se puede obser-
var un aumento del número de caries. Estas ca-
ries se manifiestan en sitios no usuales como las
superficies radiculares y las caras vestibulares,
linguales y superficies incisales de los dientes.
Sin la protección salival, los dientes se vuelven
extremadamente sensibles al frío y al calor, par-
ticularmente si hay áreas de dentina expuesta.
Epidemiología
La prevalencia de xerostomía en la población
general es de un 10% y parece incrementarse
en relación lineal con la edad, siendo mucho
más frecuente entre las personas mayores que
entre los jóvenes. En este sentido, la prevalencia
de la xerostomía es de hasta el 50% en perso-
nas mayores de 60 años, proporción que puede
ser aún mayor si se encuentran hospitalizados.
Esta relación con la edad se debe sobre todo a
enfermedades asociadas y la utilización de diver-