980
ASESORAMIENTO FARMACÉUTICO
Panorama Actual Med 2011; 36 (358): 980-986
Concepto
La xerostomía, asialorrea, hiposalivación o
boca seca” consiste en una disminución de la
secreción salival y es la manifestación clínica más
común de todas las disfunciones salivares. Es una
condición clínica que implica una sensación de se-
quedad de la mucosa bucal, generalmente como
consecuencia de una hiposialia; es decir, la dismi-
nución funcional o patológica de la producción
de saliva.
Se trata de un proceso que puede ser cró-
nico o transitorio, provocando efectos nega-
tivos sobre varios aspectos de la función oral
como disminución del sentido del gusto, difi-
cultad en la masticación, alterando los patrones
de alimentación y reduciendo la satisfacción de
comer. En ocasiones puede complicarse con
candidiasis oral, caries dental y gingivitis. La xe-
rostomía dificulta el habla y la deglución, pro-
voca mal aliento y dificulta la higiene bucoden-
tal, debido a que el deficiente flujo salivar no
permite un arrastre eficaz de las bacterias. Adi-
cionalmente, la dificultad para comer alimentos
de textura seca o “pegajosa” puede contribuir
como uno de los factores en la malnutrición en
la población geriátrica.
La producción normal diaria de saliva es de al
menos 500 ml, de los cuales aproximadamente
200
ml son secretados durante las comidas y
300
ml corresponden al de flujo salival en re-
poso. Se estima el flujo en periodos no estimu-
lante en 0,3 ml/min, durante el sueño 0,1 ml/
min, y durante comidas o masticando se incre-
menta a 4 a 5 ml/min. Suele considerarse como
límite fisiológico de referencia una producción
de 0,15 ml/min para el flujo salival no estimu-
lado en individuos con hipofunción salival. No
obstante, la sensación de xerostomía es parti-
cular para cada paciente y, en ocasiones, basta
con tener una reducción del 40-50% del valor
normal para que un individuo pueda experimen-
tar subjetivamente los síntomas de xerostomía.
La saliva es una solución neutra o ligera-
mente ácida (pH 6,4-6,9), hipotónica y com-
puesta en un 99,5% por agua. El restante
0,5%
está formado por iones sodio, potasio,
cloruro, bicarbonato y fosfato, así como por
proteínas, mayoritariamente enzimas, como
lisozima
,
mucinas,
ptialina
o
amilasa
salival y
lipasa
lingual. Cuanto mayor es la secreción de
saliva, tanto mayor es su tonicidad. El compo-
nente iónico es controlado mediante mecanis-
mos parasimpáticos, mientras que la fracción
proteica proviene de la secreción inducida
por el sistema simpático. De ahí que la esti-
mulación selectiva parasimpática – colinérgica
produzca una saliva con bajo contenido pro-
teico, mientras que la estimulación simpática
selectiva – adrenérgica – dé como resultado
una saliva con alto contenido proteico, que in-
crementa la sensación de sequedad.
La saliva es segregada por glándulas situadas
en la boca. Estas glándulas son las parótidas,
submaxilares y sublinguales. Entre ellas, son las
parótidas
las más importantes, estando loca-
lizadas anatómicamente en la región media y
posterior de las mejillas, justo por delante de los
oídos, y vierten la saliva a la boca a través del lla-
mado conducto de Stensen. Las glándulas
sub-
maxilares
o submandibulares, se sitúan en la
porción posterior del suelo de la boca y vierten
su contenido por el conducto de Wharton. Por
su parte, las glándulas
sublinguales
se sitúan
Sequedad de boca (Xerostomía)