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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
La acción principal de las
formas hormonal-
mente activas de la vitamina D
(
calcitriol, alfa-
calcidol, calcifediol
)
se produce en el intestino del-
gado, favoreciendo la absorción de calcio presente
en los alimentos y el agua. A nivel óseo actúa, en
presencia de PTH, estimulando la diferenciación
de los osteoclastos y, por tanto, la resorción ósea,
posibilitando una mineralización adecuada; en el
riñón, como hemos visto, aumenta la reabsorción
tubular proximal de calcio. El déficit o la insufi-
ciencia de vitamina D3, como ocurre en mujeres
postmenopáusicas, conllevan un riesgo aumen-
tado de hiperparatiroidismo secundario con objeto
de mantener la normocalcemia, lo que conduce a
una pérdida de masa ósea.
Las
hormonas sexuales
juegan un papel
mucho más importante sobre el hueso de lo que
se pensaba hasta hace no demasiados años. Hoy
se sabe que los
estrógenos
actúan sobre los os-
teoblastos, directamente, modulando su prolifera-
ción y diferenciación, y aumentando la secreción
de
citocinas
que, a su vez, actuarían de forma
paracrina estimulando o inhibiendo la actividad
de los osteoclastos; también tienen acción directa
sobre los osteoclastos modulando su actividad.
Los estrógenos pueden aumentar los niveles de
osteoprotegerina
(
OPG), proteína inhibidora de
la resorción producida por los osteoblastos, por
lo que podrían jugar un papel importante en la
regulación de la osteoclastogénesis (como luego
comentaremos). Esta actividad explicaría la pér-
dida de hueso ligada al hipoestronismo tras la me-
nopausia. Por su parte, los
andrógenos
tienen
un efecto fundamentalmente anabólico, de forma
que facilitan la acción osteoblástica e inhiben la re-
sorción ósea al disminuir la secreción de citocinas
como la IL-6.
La
calcitonina
es producida en las células C del
tiroides y actúa directamente sobre receptores es-
pecíficos presentes en los osteoclastos. No parece
que tenga un papel relevante en condiciones nor-
males sobre los niveles de calcio, pero se ha com-
probado que sí lo tiene en dosis elevadas (como
las que se emplean como fármaco), provocando
una una actividad inhibidora de la resorción ósea
al reducir el número y actividad de los osteoclas-
tos. Por este motivo, se la considera como una
hormona protectora del tejido óseo.
Parece que la
somatropina
u hormona del
crecimiento (GH) no solo se sintetiza en la hipó-
fisis sino también en otras células del organismo,
entre ellas los osteoblastos. Por este motivo, se le
atribuye un efecto paracrino, además del carac-
terístico endocrino. La somatropina, a este nivel,
actúa directamente sobre receptores específicos
presentes en los osteoblastos, estimulando su ac-
tividad, lo que incrementa la síntesis de colágeno,
osteocalcina y fosfatasa alcalina. También actúa
de forma indirecta con el aumento de la síntesis
por los osteoblastos de los
factores de crecimiento
análogos a la insulina I y II
(
IGF-I e IGF- II), lo que
favorece su proliferación y diferenciación.
Los
glucocorticosteroides
actúan de forma
fisiológica como moduladores del remodelado
óseo, pero con dosis farmacológicas disminuyen
la actividad de los osteoblastos e inducen una pér-
dida ósea, un proceso mediado por la PTH y el
calcitriol; por este motivo, el uso prolongado de
corticosteroides sistémicos incrementa notable-
mente el riesgo de osteoporosis. Por su parte, las
hormonas tiroideas
(
tiroxina, liotironina, etc.)
son esencialmente hipercalcemiantes, actuando
a nivel óseo estimulando a los osteoclastos, que
aceleran la velocidad del recambio óseo; así, el hi-
pertiroidismo condiciona riesgo de osteoporosis.
Otros factores reguladores del remodelado óseo
El hueso contiene células que pueden producir
prostaglandinas, óxido nítrico, factores de creci-
miento, así como citocinas, cuyas interacciones
son complejas. Dichas sustancias, sintetizadas por
las células óseas o procedentes del microambiente
de la médula ósea, actúan de forma autocrina o
paracrina modulando la remodelación ósea.
Las citocinas son proteínas o péptidos sintetiza-
dos en células linfocíticas y monocíticas cuyo papel
incluye diversas funciones celulares, como la res-
puesta inmunológica, la inflamación y la hemato-
poyesis. Por su parte, los factores de crecimiento
son proteínas de origen celular óseo o extraóseo
que actúan esencialmente sobre el crecimiento,
diferenciación y proliferación celular.
A efectos de remodelación y formación ósea,
las funciones de citocinas y de factores de creci-
miento son las siguientes:
•
Favorecen la resorción ósea:
––
Citocinas
oo
Interleucinas: IL-1, IL-6 e IL-11
oo
Factor de Necrosis Tumoral
α
(
TNF
α
)
oo
Factores Estimulantes de Colonas: GM-
CSF, M-CSF
oo
Prostaglandinas: PGE
––
Factores de crecimiento:
oo
Derivados de Fibroblastos (FGF)
oo
Derivados de Plaquetas (PDGF)