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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
Genéticos. Los factores genéticos son responsa-
bles del 60-80% de las características estructu-
rales óseas y del tamaño del esqueleto, y todos
ellos están programados antes de la pubertad.
Envejecimiento.
Estilo de vida: La importancia de los factores re-
lacionados con estilo de vida indica claramente
en qué medida la osteoporosis puede ser preve-
nida o, al menos, frenada.
––
El
déficit de aporte de calcio
es un factor
claramente establecido: un aporte crónica-
mente bajo antes de los 20 años ocasiona
una disminución del contenido mineral óseo
y es un condicionante establecido de la pre-
sencia de osteoporosis en la menopausia y
en la vejez. La relación entre el consumo de
calcio y la evolución de la masa ósea es qui-
zás el factor no genético más ampliamente
estudiado.
––
El
hábito de fumar
se ha asociado a me-
nopausia precoz, debido a la disminución de
las concentraciones de estrógenos (por au-
mento del metabolismo hepático). También
pudiera existir un efecto tóxico directo sobre
el hueso.
––
En lo que respecta al
consumo de alcohol
,
se cree que el mecanismo sería por efecto
tóxico directo de las células óseas.
Estado hormonal: Menopausia precoz (antes de
los 45 años), amenorreas previas (anorexia ner-
viosa, hiperprolactinemia, etc). Se trata de uno
de los factores no genéticos más importantes.
Medicamentos:
Glucocorticoides
:
el riesgo re-
lativo de fractura de cadera en pacientes tra-
tados de forma crónica con dosis superiores a
7,5
mg/día de prednisona (o su equivalente en
otros glucocorticoides) es más del doble del co-
rrespondiente a la población general, mientras
que el de fractura vertebral se multiplica hasta
por cinco. Otros medicamentos asociados a os-
teoporosis son ciertos
antiepilépticos
(
fenitoína,
etc.),
terapias prolongadas de restauración hor-
monal
(
tiroxina, etc.),
anticoagulantes
(
warfa-
rina, heparina, etc.),
antiandrógenos
.
Patologías concomitantes:
––
Endocrinas: Hiperparatiroidismo primario,
tirotoxicosis, síndrome de Cushing, enferme-
dad de Addison, supresión androgénica.
––
Hematológicas: Mieloma múltiple, mastoci-
tosis sistémica, linfomas, leucemias, anemia
perniciosa.
––
Reumáticas: Artritis reumatoide, espondilitis
anquilosante.
––
Gastrointestinales: Síndromes de malabsor-
ción (enfermedad celíaca, enfermedad de
Crohn, gastrectomía, etc), enfermedades he-
páticas crónicas (cirrosis biliar primaria, etc).
––
Psiquiátricas: El historial de
depresión
en
las mujeres parece estar asociado con una
reducción de la densidad mineral ósea. La
depresión presenta ciclos de exacerbación y
remisión, pero los efectos hormonales acu-
mulados pueden provocar alteraciones en los
procesos de mineralización de los huesos, y
su control metabólico puede verse afectados.
Aunque en el
varón
no existe una “andropau-
sia” equivalente a la menopausia femenina (al
menos, no tan delimitada en el tiempo), los ni-
veles de testosterona disminuyen con la edad y
el hipogonadismo es una causa frecuente de os-
teoporosis secundaria. De hecho, el 30-60% de
los hombres con fracturas vertebrales presentan
alguna enfermedad que contribuye a la pérdida
ósea de forma directa o indirecta. Es frecuente el
exceso de glucocorticoides
,
ya sea primario o
iatrogénico. Las enfermedades gastrointestinales
pueden provocar malabsorción del calcio o de vi-
tamina D. Asimismo, la hipercalciuria, la nefroli-
tiasis, la administración de anticonvulsivantes, el
hipertiroidismo, la inmobilización, las alteraciones
hepáticas y renales, el mieloma múltiple y la mas-
tocitosis sistémica se han asociado a la osteoporo-
sis en el varón.
El hipogonadismo inducido por la
supresión
androgénica
prolongada es una de las causas
principales de osteoporosis secundaria en el
varón, por lo que la pérdida de masa ósea es
un efecto secundario habitual en pacientes con
cáncer avanzado de próstata, con el correspon-
diente incremento del riesgo de fracturas óseas,
lo que afecta negativamente en la supervivencia
global de estos pacientes. En particular, la tasa de
osteoporosis en los pacientes con
cáncer avan-
zado de próstata
llega alcanzar el 80% a los 10
años de seguimiento con tratamiento hormonal,
siendo el triángulo de Ward (en la cabeza del
fémur) la zona que se suele detectar un mayor
porcentaje de pacientes con osteoporosis, se-
guido del cuello femoral y de la columna lumbar.
Se ha comprobado que el riesgo de fractura de
cadera se duplica en los pacientes tras 5 años de
tratamiento hormonal, sin que se aprecien dife-
rencias significativas entre las distintas modalida-
des de tratamiento hormonal, siendo la pérdida
ósea especialmente acentuada durante el primer
año de tratamiento.