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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
Con el término de
enfermedad de Alzheimer
atípica
se califica a las formas menos comunes y
bien caracterizadas de presentación de la enfer-
medad, incluyendo la afasia
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progresiva primaria
no fluente, la afasia logopénica, la variante frontal
de la enfermedad de Alzheimer y la atrofia cortical
posterior. En estos casos, el diagnóstico de la en-
fermedad de Alzheimer requiere elementos con-
firmatorios adicionales a los convencionales. Por
su parte, la llamada
enfermedad de Alzheimer
mixta
es un término que se reserva para los pa-
cientes que cumplen plenamente con los criterios
diagnósticos de enfermedad de Alzheimer pero
presentan evidencia clínica, biológica o de neu-
roimagen de trastornos comórbidos, tales como
enfermedad cerebrovascular o enfermedad por
cuerpos de Lewy.
En la enfermedad de Alzheimer típica, el pa-
ciente olvida hechos o conversación recientes y
tiene dificultad para saber qué ha ocurrido antes y
qué después. Con frecuencia se irrita y muestra su
desacuerdo con la información que proporciona
sus familiares y eso le lleva a inventarse explicacio-
nes para justificar así sus alteraciones de memoria.
Es también frecuente la apatía, con abandono de
tareas de responsabilidad, asuntos familiares o an-
tiguos entretenimientos.
A medida que la enfermedad progresa, es ca-
racterística la afectación visioespacial, con dificul-
tad para ubicar su casa y no son infrecuentes los
extravíos. Se afecta el lenguaje, con dificultad para
encontrar la palabra adecuada (anomia) y con va-
cilación en las frases. Igualmente, comienzan a
alterarse las funciones para planificar y para reco-
nocer a personas, desde las más alejadas a las más
próximas al entorno familiar. En estos estadios son
frecuentes las ideas delirantes de robo o perjuicio
(
muy relacionadas con la pérdida de memoria y la
desubicación de objetos), de abandono (se niegan
a ir a centros de día o no quieren separarse del
cuidador principal) o de envenenamiento (que di-
ficulta la toma de la medicación). Pueden aparecer
celos (provocan conflictos importantes de pareja)
y falsos reconocimientos (hablan con espejos o no
reconocen a impostores que se hacen pasar por
familiares). Son más frecuentes las situaciones de
irritabilidad extrema y la agresividad física y verbal.
Progresivamente, el paciente va perdiendo ca-
pacidades funcionales hasta convertirse en abso
lutamente dependiente para las actividades bási-
5
Pérdida de capacidad de producir o comprender el len-
guaje.
cas, hasta el punto de que hay que darle de comer,
es incapaz de manejar correctamente los cubier-
tos, no sabe vestirse, tienen que acompañarlo al
baño porque confunde unos saneamientos con
otros y pierde los hábitos higiénicos.
Como ya se ha indicado, la enfermedad de
Alzheimer se presenta con mayor prevalencia en
adultos mayores de 65 años, pero en las formas
hereditarias puede aparecer a los 50 años de edad
o incluso antes. El curso evolutivo se caracteriza
por el empeoramiento progresivo, aunque pueda
presentar ocasionales períodos de relativa estabi-
lidad clínica.
La fase inicial de la enfermedad puede durar
unos dos años y en ella suelen aparecer fallos en
la memoria reciente, desinterés, humor depri-
mido, cambios en la personalidad, episodios leves
de desorientación y falta de adaptación a situa-
ciones nuevas. La fase intermedia puede desarro-
llarse durante 3-5 años, eventualmente más. El
deterioro de la memoria es más comprometido y
afecta no solo a la memoria reciente sino también
a la remota. Aparecen alteraciones del lenguaje,
la escritura, la lectura, el cálculo, apraxias y ag-
nosias
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.
Muestra dificultad con el aseo, el vestir
o la comida, pudiendo aparecer síntomas psicóti-
cos. En esta fase el paciente tiene dificultad para
mantener sus relaciones sociales y es incapaz de
mantener una discusión sobre un problema.
En la fase terminal (demencia grave) el enfermo
es incapaz de andar, se inmoviliza, se hace inconti-
nente y no puede ejecutar ninguna actividad de la
vida diaria. El lenguaje se hace ininteligible o pre-
senta mutismo. En este estadio pueden aparecer
signos neurológicos, como temblores de origen
extrapiramidal (aunque generalmente leve), con-
tracciones musculares (mioclonías), convulsiones
o reaparición de signos motores propios de un
recién naciodo, como los reflejos de prensión o
de succión. A veces se produce disfagia y hay ries-
gos de neumonías, deshidratación, malnutrición y
úlceras por presión. Los enfermos pueden perma-
necer en cama y suelen fallecer de una neumonía
u otra infección intercurrente.
El examen neurológico en las formas tempra-
nas de enfermedad de Alzheimer no suele brindar
información relevante, exceptuando el deterioro
cognitivo. El test
miniexamen del estado mental
(
Mini Mental State Examination,
MMSE) es un test
rápido, de fácil interpretación y del que existe una
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Interrupción en la capacidad para reconocer estímulos
previamente aprendidos o de aprender nuevos estímulos