Página 10 - Panorama Actual del Medicamento (PAM) Nº 356 - Septiembre 2012

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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
versión validada en español, con el que se eva-
lúan aspectos de la esfera cognitiva como memo-
ria, orientación, lenguaje, habilidades o atención.
Para su realización y valoración se requieren unos
10
minutos; pueden alcanzar una puntuación
máxima de 30, considerándose como normal una
persona con una puntuación entre 25 y 30, mien-
tras que 24 o menos sugiere deterioro cognitivo.
El deterioro va progresando durante meses y años,
con una media aproximada de descenso de 3 pun-
tos por año.
Las pruebas de imagen tienen un elevado valor
diagnóstico para los pacientes demencia. La
reso-
nancia magnética nuclear
(
RMN) cerebral detecta
cambios vasculares y permite excluir otras patolo-
gías cerebrales; es la prueba de imagen de elec-
ción y debería practicársele a todos los pacientes
antes de un diagnóstico definitivo de enfermedad
de Alzheimer. La
tomografía axial computarizada
(
TAC) craneal puede ser una alternativa a la RMN
y permite evidenciar una posible dilatación ven-
tricular y aumento de los surcos corticales; por su
parte, la
tomografía computarizada por emisión
de fotones individuales (SPECT)
puede ser útil en
el diagnóstico diferencial del tipo de demencia. No
está indicado ningún estudio genético de forma
rutinaria.
Cada vez son más las evidencias que avalan la
hipótesis de que la enfermedad de Alzheimer co-
mienza a desarrollarse mucho antes de que apa-
rezcan los primeros síntomas clínicos de demencia.
Ello hace más necesario disponer de indicadores
bioquímicos – biomarcadores – que permitan
identificar el grado de evolución de la enferme-
dad, lo que facilitaría el desarrollo de nuevos tra-
tamientos preventivos o curativos.
Un reciente estudio (
Bateman, 2012)
ha anali-
zado datos de 128 pacientes que se sometieron a
evaluaciones de referencia clínicos y cognitivos, de
imágenes cerebrales y del líquido cefalorraquídeo
(
LCR) y análisis de sangre, todos ellos relaciona-
dos con la enfermedad de Alzheimer hereditaria.
Aunque menos del 1% de los pacientes con enfer-
medad de Alzheimer tienen esta variedad, su evo-
lución clínica es similar al resto y ello ha permitido
un estudio sistemático de la patología.
Los resultados mostraron que las concentracio-
nes de
beta-amiloide (A
b
)
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en LCR comienzan a
disminuir 25 años antes del inicio de los síntomas
clínicos. Asimismo la deposición de
b-amiloide
,
medido por SPECT, fue detectada 15 años antes
del inicio de los síntomas clínicos. El aumento de
las concentraciones de la
proteína tau
en el LCR
y el aumento de la atrofia cerebral también se
detectaron 15 años antes de la aparición de sín-
tomas. Igualmente, se observaron una reducción
del metabolismo cerebral y un deterioro de la
memoria episódica 10 años antes de la aparición
de síntomas clínicos característicos de la enfer-
medad. Finalmente, con cinco años de antelación
pudieron registrarse alteraciones cognitivas glo-
bales utilizando el
miniexamen del estado mental
(
MMSE) y la
Clinical Dementia Rating scale.
En
resumen, los resultados indican que el proceso de
la enfermedad de Alzheimer comienza con más
de 20 años antes de la aparición clínica de la de-
mencia. Los estudios clínicos sobre tratamiento
y prevención podrían incorporar estos biomarca-
dores para medir la probabilidad de éxito clínico
en el futuro.
ETIOPATOGENIA
Hoy en día, a las demencias degenerativas se
las considera
pro­teinopatías
.
En concreto, el me-
tabolismo anormal de tres proteínas (
β
-
amiloide,
α
-
sinucleína y proteína Tau
)
permite ex­plicar más
del 90% de este tipo de demencias. Sin embargo,
no siempre existe una correspondencia entre las
manifestaciones clínicas predominantes y la ana-
tomía patológica, de ahí que se hable de las men-
cionadas formas
atípica
y
mixta
de la enfermedad
de Alzheimer.
Además, existen pacientes en los cuales se
superpo­nen características clínicas de diferentes
tipos de demen­cias neurodegenerativas. En estos
síndromes de superposición las manifestaciones
clínicas están determinadas fundamentalmente
por la distribución topográfica de las lesiones y no
tanto por las características histopatológicas de las
mismas. Todo esto lleva a distinguir varias formas
clínicas o subsíndromes dentro de la demencia:
El
subsíndrome amnésico
,
con localización ini-
cial temporal mesial o parieto-temporal lateral,
con altera­ción principal de la memoria, al que
pertenecerían la mayoría de los casos de enfer-
medad de Alzheimer.
El
subsíndrome afásico
,
de localización fronto-
tem­poral lateral y con predominio de alteración
del lenguaje.
El
subsíndrome conductual
,
de localización pre­
frontal, con predominio de alteración de la con-
ducta.