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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
tivas
,
que se puede manifestar de forma varia-
ble según el tipo de demencia pero con especial
afectación de la memoria, de la capacidad para
expresarse y comunicarse adecuadamente, de la
orientación, de la capacidad de cálculo y de la per-
cepción espacial.
Es importante diferenciar la demencia del re-
traso mental ligado a determinadas patologías de
origen genético, como el síndrome de Down
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.
Es
decir, se trata de cuadros en los que la persona
ha perdido o ha visto reducidas
algunas capa-
cidades que
antes sí tenía
.
No puede esperarse
que una persona que siempre ha sido olvidadiza
mejore mucho su memoria al hacerse anciana.
Por otro lado, el proceso suele comenzar de
forma
insidiosa
,
es decir, prácticamente inadver-
tida para el propio paciente; por este motivo, las
dudas suelen afectar más a las personas próximas
que a este último. Las manifestaciones iniciales
más comunes consisten en trastornos
persisten-
tes
de la memoria referidos sobre todo a hechos
recientes, pero poco a poco deja de recordar
hacia
atrás
todo cuanto se refiere a sí mismo, su edad,
dónde vive, etc.
Es importante, en cualquier caso, tener en
cuenta que la progresiva amnesia del paciente no
implica, durante las fases iniciales, la pérdida de
otras funciones cognitivas y, desde luego, de los
aspectos emocionales. Por eso los episodios de-
presivos son relativamente frecuentes e incluso la
demencia puede comenzar a manifestarse como
un cuadro depresivo. No debe olvidarse que du-
rante las primeras fases de la enfermedad, el pa-
ciente
suele tener
intacto su nivel de concien-
cia y la capacidad de atención
,
un aspecto que
les diferencia de aquellos que presentan estados
agudos de confusión, estados comatosos, intoxi-
caciones agudas por drogas u otros procesos
neuropsiquiátricos. Por ello, es conveniente pre-
guntar – con la obvia discreción – acerca de estas
últimas posibilidades, sin olvidar que este tipo
de consultas personales suele hacerlas alguien
próximo al paciente, pero no el mismo paciente.
En cualquier caso, ante la sospecha racional por
parte se debe recomendar la visita al médico para
que éste proceda, en su caso, a un diagnóstico
detallado.
Como indicamos anteriormente, la demencia
parece estar claramente infradiagnosticada en Es-
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Aunque algunas personas con síndrome de Down tam-
bién pueden experimentar formas específicas de demencia en
edades relativamente avanzadas.
paña, sobre todo en sus estadios iniciales, posible-
mente por una insuficiente concienciación familiar
y de los propios profesionales sanitarios. Por ello,
desde la oficina de farmacia se puede colaborar
de forma eficiente en este proceso, dado que la
oficina de farmacia es el establecimiento sanitario
por el que pasan diariamente dos millones de per-
sonas en España.
El diagnóstico médico de la enfermedad de
Alzheimer o de cualquier otra forma de demen-
cia es normalmente establecido por un neuró-
logo o neuropsiquiatra, dado que no solo es
necesario un estudio clínico del paciente sino
que es preciso realizar pruebas de neuroima-
gen (preferiblemente, RMN) para proceder a un
diagnóstico diferencial adecuado, determinante
para establecer el tratamiento más eficaz y se-
guro.
Asesoramiento farmacéutico al cuidador
Una vez establecido el diagnóstico y el trata-
miento, debe mantenerse una estricta coordina-
ción con el médico responsable para evitar dar
mensajes discordantes al cuidador. En cualquier
caso, debe recordársele que por el momento
no existe ningún tratamiento curativo para las
demencias primarias degenerativas, incluida la
enfermedad de Alzheimer y, ni tan siquiera, se
puede frenar la evolución de la enfermedad de
forma sustancial. Es preciso informal sobre los
objetivos globales del tratamiento: controlar
adecuadamente los síntomas psicológicos y con-
ductuales, prevenir o controlar las patologías aso-
ciadas y retrasar todo lo que se pueda la pérdida
de merma funcional del paciente. Para ello, se
utilizan de forma complementaria dos tipos de
intervenciones, farmacológicas y no farmacoló-
gicas.
Aunque cada vez es más habitual que los pa-
cientes dementes acudan a centros de día – al
menos, en poblaciones grandes – para participar
en técnicas de mantenimiento o psicoterapia, el
cuidador
es una figura de relevancia extraordi-
naria, pero que va a estar sometido a un intenso
desgaste físico y emocional, por lo que es preciso
brindarle también desde la oficina de farmacia
todo el apoyo activo posible, ofreciéndole todos
los servicios específicamente farmacéuticos, amén
del apoyo personal.
Debe aconsejarse la adaptación del entorno del
paciente de tal manera que se facilite su orienta-
ción en su hábitat – normalmente, el propio domi-