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Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
El
tramiprosato
fue el primer agente
antiamiloide en participar en un ensayo clínico de
fase III pero no ha mostrado una eficacia signifi-
cativamente superior al placebo en pacientes con
enfermedad de Alzheimer. El
R-flurbiprofeno
,
pese a las expectativas que despertó en sus prime-
ras fases de estudio, fue retirado cuando se en-
contraba en fase III de desarrollo, ya que su efecto
no era mejor que el del placebo. Asimismo, los
an-
tioxidantes
,
como la
vitamina E
,
la
selegilina
,
la
vitamina B
12
y el
ácido fólico
,
y los
estróge-
nos
tampoco han demostrado ningún efecto be-
neficioso en la evolución de la demencia.
Mención especial merece la
inmunoterapia
.
El desarrollo de una inmunización activa o pa-
siva contra el
β
-
amiloide se encuentra todavía en
fase de desarrollo. En el año 2001 se realizó el
primer ensayo en seres humanos, el cual tuvo que
interrumpirse, pues el 6% del grupo sometido a
inmunoterapia sufrió meningoencefalitis. Sin em-
bargo, la autopsia de 8 casos mostró que las pla-
cas de amiloide del cerebro se habían retirado casi
completamente. Actualmente, existen ensayos en
curso con nuevas variantes de vacuna o con inmu-
nización pasiva (anticuerpos monoclonales contra
el
β
-
amiloide).
Hay algún estudio (
Padala, 2010
)
que mues-
tra los efectos beneficiosos del
metilfenidato
sobre la apatía en pacientes con enfermedad de
Alzheimer. También algunas especies vegetales o
sus principios activos, empleados en la medicina
tradicional china, han sido evaluados en diferen-
tes ensayos clínicos. Con la única excepción del
ginseng
,
cuya modesta utilidad ha sido puesta
de manifiesto en dos pequeños estudios clínicos
(
Heo, 2009; Lee, 2009
),
el resto de agentes fito-
terapéuticos no ha demostrado ninguna utilidad
en la preservación de las funciones cognitivas en
pacientes con enfermedad de Alzheimer.
LA ATENCIÓN DEL PACIENTE
(
Y DEL CUIDADOR) Y EL PAPEL
DEL FARMACÉUTICO
Aspectos generales
La enfermedad de Alzheimer y, en general,
las demencias son patologías de una extraordi-
naria importancia clínica e epidemiológica, con
unas implicaciones personales y sociales abru-
madoras. Por ello, el papel del farmacéutico
como agente de salud tiene el múltiple come-
tido de participar activamente tanto en la de-
tección precoz como en el proceso terapéutico
del paciente y, no menos importante que lo
anterior, en la atención que los cuidadores de
estos pacientes precisan. Este último aspecto
es especialmente relevante, habida cuenta del
elevado grado de dependencia que tienen los
pacientes, no solo en las fases más avanzadas de
la enfermedad. Al desgaste físico que impone la
atención más inmediata, junto con el tiempo de-
dicado a ésta, los cuidadores suelen experimen-
tar otro desgaste aún más demoledor: el emo-
cional. Conviene no olvidar que la gran mayoría
de los pacientes viven en sus propios domicilios
y que sus cuidadores directos suelen ser familia-
res próximos, habitualmente hijas.
Una vez más, es preciso resaltar la proximidad
y accesibilidad del farmacéutico para el ciuda-
dano, que permite que pueda ejercer una labor
asistencial activa en los cometidos mencionados,
a través de los procedimientos de Atención Far-
macéutica, y resultar especialmente adecuado
para colaborar en la instrucción de los cuida-
dores de los pacientes (sirviendo en muchos
casos como auténticos
pañuelos de lágrimas
,
al
acoger a los cuidadores con el tiempo que, en
muchas ocasiones, la atención médica no puede
dedicarles). Obviamente, todo ello sin olvidar la
prestación específicamente farmacéutica de dis-
pensación y asesoramiento especializado sobre
los tratamientos farmacológicos prescritos y
otras cuestiones no menos relevantes, como as-
pectos nutricionales, higiénicos, etc.
Detección precoz
La colaboración en la detección precoz de los
cuadros de demencia es fundamental, en la me-
dida en que puede afectar de forma decisiva a su
tratamiento y evolución. Por ello, es importante
que el farmacéutico, en el ámbito de la oficina de
farmacia, ofrezca una información clara pero no
alarmista sobre los posibles indicios que pudieran
presentar algunas personas y, en su caso, reco-
mendar la visita al médico a fin de confirmar o
desechar las sospechas iniciales.
Para ello, conviene no olvidar que la demencia
es un síndrome, es decir, un conjunto definido de
síntomas cuyo origen puede estar en diferentes
enfermedades. En concreto, implica la
merma
progresiva y persistente las funciones cogni-