662
Panorama Actual del Medicamento
REVISIÓN
Psicofármacos
Además de los síntomas cognitivos de las de-
mencias, es preciso hacer frente a un amplio con-
junto de síntomas psicológicos en los pacientes.
Para ello, es preciso recurrir, junto con los IACE y
la memantina, a una diversa panoplia de psicofár-
macos, como ansiolíticos, antidepresivos, antipsi-
cóticos, estabilizadores del ánimo, etc.
Los agentes antipsicóticos se utilizan para con-
trolar los síntomas psicóticos (delirios, alucinacio-
nes), la agitación y la agresividad. También hay
estudios que apoyan el uso de la quetiapina en
trastornos de ansiedad generalizados y de la ris-
peridona en trastornos obsesivo-compulsivos. Ha
habido mucha controversia en el uso de antip
sicóticos típicos (haloperidol, clorpromazina) o atí-
picos (risperidona, quetiapina, olanzapina), debido
a su relación con la mortalidad y eventos cerebro-
vasculares, pero se ha llegado a la conclusión de
que los neurolépticos típicos y atípicos presentan
una tasa similar de riesgo de padecer estos efectos
adversos tan graves. El aumento de la mortalidad
cardiaca y la muerte súbita parece relacionado con
una prolongación del intervalo QT, que es dosis-
dependiente.
En este sentido, un reciente estudio (
Sano,
2012
)
ha evaluado el efecto en el tiempo del tra-
tamiento con olanzapina, quetiapina o risperidona
sobre las funciones neurofisiológicas en un amplio
grupo de pacientes con enfermedad de Alzhei-
mer afectados por cuadros psicóticos o compor-
tamiento agresivo. Los resultados mostraron que
estos antipsicóticos atípicos se asocian con un em-
peoramiento de la función cognitiva en una exten-
sión comparable al deterioro de un año. Por ello,
se debe considerar el deterioro cognitivo como un
riesgo adicional del tratamiento con antipsicóticos
atípicos en los pacientes con enfermedad de Al-
zheimer. En España, en la actualidad, se precisa
receta con autovisado del propio médico prescrip-
tor para los neurolépticos atípicos en mayores de
75
años.
Por otro lado, los pacientes con demencia por
cuerpos de Lewy suelen presentar hipersensibi-
lidad a los antipsicóticos, incluso en dosis baja,
pudiendo presentar desde una exacerbación del
parkinsonismo, fluctuación del nivel de conciencia
y un mayor deterioro cognitivo, hasta un síndrome
neuroléptico maligno.
Los antidepresivos más utilizados son los inhi-
bidores selectivos de la recaptación de serotonina
(
ISRS). También se utilizan con cierta frecuencia
otros antidepresivos, como la venlafaxina, la tra-
zodona o la mirtazapina. No se recomienda el uso
de los antidepresivos tricíclicos en las demencias
por su efecto anticolinérgico, que puede llegar a
producir cuadros confusionales importantes.
La mirtazapina mejora el insomnio o la pérdida
de apetito y la trazodona ha mostrado cierta uti-
lidad en el tratamiento de la agitación y el insom-
nio. Los antidepresivos de mayor seguridad en
combinación con antipsicótico parecen ser el cita-
lopram, la sertralina, la venlafaxina, la mirtazapina
y la trazodona.
Los antidepresivos son de especial importancia
en la demencia fronto-temporal, donde predo-
minan los síntomas conductuales y la utilidad de
otros medicamentos, como los IACE o los antipsi-
cóticos, es muy limitada.
Las benzodiazepinas se utilizan para controlar
la ansiedad aguda, aunque debe limitarse su uso
a las de semivida corta o sin metabolitos activos
(
lorazepam, oxazepam) y durante un tiempo limi-
tado (preferiblemente no más de un mes). Tam-
bién para la ansiedad crónica se recomiendan los
inhibidores selectivos de la recaptación de seroto-
nina, la trazodona o los antipsicóticos a dosis bajas
(
cuando la ansiedad se acompaña de agitación).
Los trastornos del sueño es preferible tratarlos
con medidas no farmacológicas, aunque si se re-
quiriese algún medicamento, la opción preferible
son las benzodiazepinas, con las mismas consi
deraciones que en los trastornos de ansiedad, o
los hipnóticos no benzodiazepínicos como zolpi-
dem o zopiclona, en el caso de pacientes con resis-
tencia a conciliar el primer sueño. Si el insomnio se
acompaña de agitación o depresión, la trazodona
sería preferible a los anteriores.
Tratamientos farmacológicos experimentales
Además del uso de ciertos medicamentos para
tratar aspectos no estrictamente psicopatológicos,
como el
megestrol
para los cuadros de anorexia
y la
ciproterona
para la hipersexualidad (con re-
sultados poco concluyentes), otros diversos medi-
camentos están siendo objeto de investigación en
pacientes con demencia.
Las crisis convulsivas son raras en pacientes con
enfermedad de Alzheimer, pero pueden requerir
la administración de fármacos
antiepilépticos
,
algunos de los cuales – como la gabapentina – se
han empleado para el manejo de los trastornos
conductuales. Igualmente, los
betabloqueantes
se utilizan en cuadros de agitación y acatisia.