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Panorama Actual del Medicamento
ASESORAMIENTO FARMACÉUTICO
El prurito es un síntoma de un gran número
de los
linfomas
,
pero en el caso del linfoma de
Hodgkin es considerado como una de las prime-
ras manifestaciones de la enfermedad.
Como se ha indicado, muchos
ancianos
pa-
decen de esta condición. El envejecimiento fisio-
lógico cutáneo conlleva una progresiva seque-
dad de la piel que causa prurito en las personas
de edad avanzada. El picor puede ser genera-
lizado y simétrico sin existir una predilección
por áreas expuestas al sol. Una vez comienza
el picor, éste persiste indefinidamente pero su
intensidad varía considerablemente. Excepto por
la piel seca, no se identifican lesiones específi-
cas en la piel de los ancianos afectados; aunque
los síntomas sean intensos, raramente se ven
excoriaciones, a menos que haya otra derma-
titis asociada. La etiología se desconoce, pero
se estima que sea una combinación de varios
factores tales como disminución del umbral para
la secreción de neuropeptidos en la dermis y dis-
minución de su catabolismo, daños en el estrato
córneo y reparación lenta del mismo afectando
la función de barrera. El envejecimiento prema-
turo causado por la exposición acumulativa a la
luz (fotoenvejecimiento) determina las mismas
manifestaciones e igual sintomatología en las
personas más jóvenes que han abusado del sol
o de la luz ultravioleta.
La piel perianal tiene una tendencia al pru-
rito, de ahí que el
prurito anal
pueda tener
numerosas causas: trastornos dermatológicos
(
psoriasis, dermatitis atópica), reacciones alérgi-
cas (dermatitis de contacto), infecciones superfi-
ciales por hongos (dermatofitosis, candidiasis) y
por bacterias (generalmente, de forma secunda-
ria causada por el rascado), parásitos (oxiuros),
antibióticos orales (especialmente tetraciclinas),
enfermedades sistémicas (diabetes mellitus,
hepatopatías), trastornos proctológicos (apén-
dices cutáneos, criptitis, fístulas con drenaje)
e higiene defectuosa, ya sea escasa, con heces
residuales irritantes, o bien muy meticulosa, con
un empleo excesivo de jabón y frotado; calor
e hiperhidrosis causada por ropa interior muy
ajustada, ropa de cama caliente u obesidad, o
por el clima, y una respuesta psicógena. Las he-
morroides no suelen causar prurito anal.
Algunos otros tipos de prurito que pueden
citarse son la
notalgia parestésica,
caracteri-
zada por un picor intenso entre las escápulas,
comúnmente asociado a liquenificación e hiper-
pigmentación secundaria al rascarse. Aunque se
ha demostrado un aumento en fibras nerviosas
en la dermis del área afectada, la causa aun se
desconoce. Por su parte, el
prurito persistente
en el brazo
se ha relacionado con diversos orí-
genes, como la presencia de una costilla cervi-
cal, exposición solar crónica o neurofibromatosis
segmentaria.
Tratamiento
El alivio del picor después de rascarse puede
durar hasta 25 minutos, que es probablemente
el tiempo necesario para regenerar los termina-
les nerviosos dañados. Como se indicó anterior-
mente, el picor es producto de la estimulación
de las fibras C y de la pérdida de impulsos inhibi-
torios del SNC. Esta inhibición puede ser restau-
rada en parte por estímulos aferentes tales como
rascarse, la vibración y la estimulación nerviosa
transepidérmica. Así, el rascar probablemente
actúa como inhibidor local o distante del prurito.
Entre las medidas generales y más sencillas
para aliviar el prurito se incluye la de enfriar el
área afectada con compresas frescas (no es re-
comendable que estén excesivamente frías). El
calor y el sudor pueden aumentar el picor me-
diante la activación de las fibras C.
Se debe eliminar el contacto excesivo con el
agua o con otros materiales que interrumpan
la función de barrera del estrato córneo (deter-
gentes, solventes y sustancias abrasivas) y mini-
mizar el contacto con telas de lana, ya que éstas
pueden irritar directamente la piel. Asimismo, es
recomendable evitar el consumo de alimentos
muy azucarados, salados, sazonados y picantes,
alcohol, café, té, chocolate y bebidas de cola.
Entre los medicamentos que no requieren
prescripción médica, los agentes más empleados
en la resolución del picor están los
anestésicos
locales
.
Los más empleados son la
benzocaína
y la
lidocaína
,
menos alergénicas que los anes-
tésicos locales de tipo éster (propanocaína).
Los
antihistamínicos
son útiles en algunas
circunstancias, tales como el alivio de las picadu-
ras de insectos y dermatitis de contacto, pero no
son recomendables para el tratamiento tópico
del prurito por el riesgo de provocar reacciones