Page 81 - PAM_353

This is a SEO version of PAM_353. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

399 Panorama Actual del Medicamento

ASESORAMIENTO FARMACÉUTICO

TRATAMIENTO

El tratamiento de la halitosis pasa necesaria-mente por actuar sobre su origen. En la mayoría de los casos, el mal aliento deriva de una inade-cuada higiene dental, que debe ser corregida. Para ello, es imprescindible el empleo de cepillo y otros dispositivos de limpieza dental (seda, etc.), así como dentífrico y soluciones para el enjuague, de acuerdo a las necesidades de cada paciente. Las concentraciones salivales de tiol (como mer-captano), que son los precursores del olor bucal desagradable, pueden ser considerablemente re-ducidas mediante el uso de soluciones o pastas dentífricas que contienen peróxido de hidrógeno (agua oxigenada). Se utilizan igualmente colu-torios con clorhexidina, hexetidina, povidona io-dada, clorato potásico, formaldehído, tiroitricina o cloruro de benzalconio.

En cualquier caso, todo pasa por un intenso ce-pillado de dientes y de la lengua, especialmente de parte más posterior de ésta. Sin embargo, la erra-dicación completa de los microorganismos de la lengua no es aconsejable debido al decisivo papel protector que tiene la fora bacteriana oral. En este sentido, cuando esta fora decrece de forma in-tensa, como ocurre con el uso crónico de antibac-terianos, la lengua es fácilmente colonizada por hongos ( Candida y otros).

VALORACIÓN

Antiguamente se consideraba a la halitosis como un problema insoluble. Actualmente, puede ser resuelto satisfactoriamente en la gran mayoría de los casos. En los casos en los que la adopción de medidas sencillas de higiene bucal no produzca el resultado deseado, debe acudirse a la consulta médica para un adecuado diagnóstico detallado del problema.

Es imprescindible requerir del paciente la in-formación acerca de sus hábitos higiénicos den-tales (frecuencia, dispositivos y modo del cepi-llado de dientes, uso y tipo de enjuagues, etc.). Debe insistírsele en la importancia de la higiene bucal como elemento esencial para mantener un aliento de olor agradable. La recomendación de visitar a su odontólogo periódicamente (una o dos veces al año, como norma general) debe ser fja para cualquier persona que solicite infor-

mación en una farmacia, pero es especialmente importante para aquellas personas aquejadas de halitosis.

Debe recomendarse el cepillado de dientes al menos dos veces al día, asegurándose de cepi-llarse especialmente bien la línea de separación entre las encías y los dientes, además de todas las superfcies de los dientes y sin olvidar cepillar la superfcie de la lengua; también es recomendable utilizar, al menos una vez al día, seda dental para eliminar los restos de alimentos incrustados entre los dientes.

Desde el punto de vista dietético, es recomen-dable el consumo abundante de frutas y verduras, reduciendo el de la carne. Las bebidas alcohólicas pueden incrementar la halitosis.

Uno de los hábitos que deben ser desechados es el de fumar para ocultar la halitosis. Al mar-gen de los evidentes efectos nocivos del tabaco en relación con el riesgo de diversas formas de cáncer y de enfermedades cardiovasculares, fumar puede exacerbar la enfermedad periodontal y el goteo postnasal. Por otro lado, la combinación del propio olor del tabaco y del sujeto puede produ-cir efectos aún peores que los que se pretendía solucionar.

La sequedad en la boca es un motivo común de olor bucal desagradable, por lo que, en estos caso, puede ser recomendable chupar algún caramelo, mascar chicle – en ambos caso, mejor sin azúcar – o, simplemente, beber más agua.

Los enjuagues bucales son una excelente forma de higiene, pero su efecto directo sobre la halito-sis es limitado. En cualquier caso, deben realizarse durante al menos medio minuto.

Por supuesto, los usuarios de dentaduras pos-tizas deben realizar una higiene especialmente estricta de las piezas removibles, limpiándolas concienzudamente y dejándolas en una solución antiséptica durante la noche. Otro tanto debe ha-cerse con los aparatos ortopédicos y retenedores removibles

Los niños pequeños generalmente tienen un aliento con olor agradable. La existencia de halito-sis puede sugerir la existencia de infecciones respi-ratorias, lo que sugiere la necesidad de remitirle al médico. Otro posible motivo, para el mal olor del aliento en los niños pequeños es la presencia de cuerpos extraños en la nariz, lo que indica expre-samente la necesidad de acudir al pediatra. En ocasiones, el aliento de algunos niños puede oler a acetona, especialmente al levantarse por la mañana, recordando al de las manzanas de la va-

Page 81 - PAM_353

This is a SEO version of PAM_353. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »