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336 Panorama Actual del Medicamento

REVISIÓN

Más allá de los ejercicios aeróbicos, los de

fortalecimiento muscular pretenden mejo-rar la fuerza, resistencia y potencia muscular realizando contracciones musculares contra determinadas resistencias, tales como bandas elásticas, pesas o el propio peso del paciente. Aunque menos estudiados que los ejercicios aeróbicos, algunos apuntan a una mejoría sig-nifcativa en el dolor, la sensación global de bienestar, sensibilidad dolorosa a la presión y depresión.

No obstante el positivo papel del ejercicio físico en los pacientes con fbromialgia, debe tenerse en cuenta que para que un programa de ejercicios sea efcaz un requisito esencial es que el paciente lo tolere y lo realice. La intensidad inicial debe ser siempre inferior a la recomendada para la población general, para evitar el abandono prematuro del pa-ciente; posteriormente puede irse incremen-tando hasta llegar a un nivel de intensidad moderado. Por otro lado, debe mantenerse el ejercicio durante periodos prolongados (al menos 6-12 meses) para alcanzar resultados claramente favorables, lo que supone buscar la implicación y el compromiso del propio paciente. Para ello, hay que tener en cuenta que no debe suponer un incremento signi-fcativo del dolor para el paciente, aunque es tan previsible como inevitable que, sobre todo al principio del programa, haya ciertas molestias. Además, es preciso que el ejercicio sea agradable, sencillo y que el paciente lo pueda incorporar fácilmente en su rutina dia-ria. Obviamente, la supervisión inicial por un profesional (fsioterapeuta o educador físico) mejora el cumplimiento y la realización de los ejercicios en grupo también puede favorecer la interacción social y aumentar la motivación. Aunque no se dispone de una evidencia clí-nica excesivamente contundente, parece que podría haber un efecto positivo a corto plazo con la aplicación de láser , así como con la ter-moterapia superfcial , los campos magnéti-cos y la corriente directa transcraneal . Por el contrario, no se ha demostrado de forma su-fciente el efecto benefcioso del tratamiento quiropráctico y del masaje en el tratamiento de la fbromialgia y, por tanto, no se reco-mienda su uso.

Otros tratamientos

El tratamiento psicológico es también otras de las partes importante del enfoque glo-bal terapéutico de la fbromialgia. Básicamente, las dos modalidades de terapia psicológica más estudiadas son la terapia conductual operante (TCO) y, particularmente, la terapia cogni-tivo-conductual (TCC) , de la que existe una amplia experiencia que demuestra su utilidad en la mejora del comportamiento relacionado con el dolor, la autoefcacia, las estrategias de afrontamiento y la función física global, aunque por sí sola el efecto sobre otros síntomas (dolor, fatiga y sueño) no parece ser signifcativo. A pesar de ello, la TCC parece reducir signifcati-vamente el número de visitas médicas. El objetivo de la terapia cognitivo-conduc-tual es dotar a los pacientes de estrategias para que puedan controlar ellos mismos sus vidas, manteniendo la mayor funcionalidad. Para ello aplica un amplio conjunto de técnicas de ef-cacia contrastada, tales como la relajación, el

biofeedback 8 , la reestructuración cognitiva, la resolución de problemas, el control de estímu-los, la reinterpretación sensorial, el manejo de contingencias, etc.

Por lo que se refere a la terapia conductual operante , parece haber demostrado su efecto sobre la reducción del número de visitas médi-cas que realizan los pacientes. Por el contrario, y aunque se dispone de algunos resultados po-sitivos preliminares, no hay todavía sufciente evidencia científca para recomendar la hipno-sis, la imaginería guiada u otras técnicas, como la intervención mediante escritura.

En general no existe evidencia sobre la ef-cacia de las mal llamadas terapias naturales en

8 Este término inglés podría traducirse como bioretroali-mentación y se refere al método para ganar el control de los procesos del cuerpo para aumentar la relajación, para disminuir el dolor, y para desarrollar modelos más sanos, más efcaces de hacer frente a los problemas cotidianos de la vida. El biofee-dback clínico utiliza una serie de instrumentos especializados para vigilar varios procesos fsiológicos mientras ocurren. Los gráfcos móviles en una pantalla del ordenador, los pitidos o unos números, “refejan” cambios mientras estos ocurren en el cuerpo. El entrenamiento de Biofeedback familiariza con la actividad en diversos sistemas del cuerpo y de esta forma permiten aprender a controlar esta actividad para disminuir la tensión y para mejorar la salud. El Biofeedback permite saber cuándo está cambiando la fsiología del paciente en la direc-ción deseada.

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