3
FARMACÉUTICOS N.º 409 -
Octubre
2015
EDITORIAL
A
principios del mes de octubre, tuvo lugar el
75º Congreso Mundial de la Farmacia. Un
evento en el que se dan cita los profesio-
nales farmacéuticos de todo el mundo, en
el que se marcan tendencias y se exponen
los principales avances de la Farmacia. Un congre-
so que por primera vez en su historia se realizó
bajo la presidencia de una española.
En dicho foro, la Farmacia espa-
ñola ha constatado ser un referen-
te a nivel internacional con su
apuesta por el paciente, por su
profesionalidad en la puesta
en marcha de nuevos Servicios
Profesionales Farmacéuticos, y
por su compromiso en la mejo-
ra de los Resultados en Salud de
la población y su contribución a la
eficiencia del Sistema Sanitario.
La Declaración de Córdoba con las diez
claves de una Farmacia Comunitaria que traba-
ja para un nuevo paciente en una nueva Sanidad; el
sistema pionero de información desarrollado bajo el
Centro de Información sobre el Suministro de Medi-
camentos (CISMED), así como los resultados obte-
nidos en diversos programas de investiga-
ción en Farmacia asistencial como
ADHIÉRETE fueron expues-
tos y objeto de debate durante
el Congreso Mundial.
De igual forma se abordó
la práctica colaborativa entre
profesionales de la Salud para
lograr el uso responsable de
los medicamentos –identi-
ficando barreras y oportuni-
dades que presenta la práctica
colaborativa en la atención a los
pacientes– y un estudio español
sobre adherencia y conocimien-
to del tratamiento con Inhibidores de la
Bomba de Protones (IBP) que fue finalista en
los pósteres del Congreso.
Pero mientras la Farmacia española se consolida
como un referente a nivel internacional, en Espa-
ña aún existen discursos obsoletos que cuestionan el
valor que aporta la Farmacia española a los pacien-
tes, al Sistema Nacional de Salud y al conjunto de
la sociedad.
A este respecto, a finales de octubre, la Comi-
sión Nacional de los Mercados y la Competencia
(CNMC) hizo público un estudio sobre el “Merca-
do de la Distribución Mayorista de Medicamentos
en España” en el que, una vez más, vuelve a poner
en tela de juicio los pilares del modelo español de
farmacia.
Un estudio que fue respondido y cues-
tionado con celeridad tanto desde
el Consejo General de Colegios
de Farmacéuticos como desde el
propio Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad,
las Comunidades Autónomas,
los partidos políticos y demás
agentes sociales.
Según se puso de manifiesto,
los modelos regulados de Farma-
cia –como el español– han sido
ya analizados y motivo de varias senten-
cias por el Tribunal Europeo de Justicia, deter-
minando que dicha regulación no es contraria al
Derecho de la Unión Europea y está justificada al
ser beneficiosa para los ciudadanos y el Sistema
Nacional de Salud.
Una regulación de la Farmacia española
de permite, entre otros aspectos, que el
99 % de la población disponga
de una farmacia en su lugar de
residencia o que sea uno de los
países de Europa en el que más
farmacias se abren cada año,
mientras en otros países se han
cerrado. Una Red Asistencial
de 21.854 farmacias que con-
tribuye a que nuestro Sistema
Nacional de Salud sea ejemplo
de política “Marca España”.
Un modelo de Farmacia espa-
ñol que cuenta con el consenso
político y social y que, en palabras del
máximo órgano representante de la Sanidad en
España, es un sistema que garantiza
“un alto nivel
de protección de la salud, atención profesional y
una asistencia al servicio del paciente por encima
de cualquier otro interés”.
En definitiva, un mode-
lo que funciona, que da respuesta a las necesidades
y demandas de la sociedad y que representa más un
modelo a exportar, que a deteriorar.
(
La Farmacia, Marca España
La Farmacia española ha
constatado ser un referente
a nivel internacional por su
compromiso en la mejora
de los Resultados en Salud
de la población y su
contribución a la eficiencia
del Sistema Sanitario
Mientras la Farmacia
española se consolida
como un referente a nivel
internacional, en España aún
existen discursos obsoletos que
cuestionan el valor que aporta
la Farmacia española a los
pacientes, al Sistema Nacional
de Salud y al conjunto de la
sociedad