FARMACÉUTICOS N.º 378 -
Octubre
2012
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La misión de la profesión farmacéutica
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es contribuir a la
mejora de la salud y ayudar a los pacientes con problemas
de salud para que hagan el mejor uso de los medicamen-
tos. Según las recomendaciones de la FIP, en su manual
de Buenas prácticas, esta misión tiene seis componentes:
•
Estar siempre disponibles para los pacientes con o sin
cita previa.
•
Identificar, gestionar o detectar problemas de salud.
•
Promover la salud.
•
Asegurar la eficacia de los medicamentos.
•
Prevenir el daño causado por medicamentos.
•
Realizar un uso responsable de los recursos limitados
de la atención sanitaria.
En este mismo sentido, y desde hace más de una déca-
da, la Organización Farmacéutica Colegial colabora con
los Colegios, los Consejos Autonómicos y las Institucio-
nes profesionales relacionadas con el cuidado del pacien-
te, para potenciar la evolución en la forma de trabajar del
farmacéutico centrada en el paciente que utiliza o necesi-
ta medicamentos. Esta transformación tanto en los proce-
dimientos de trabajo asistenciales como en la implanta-
ción de servicios profesionales forma parte de la Estrategia
en Atención Farmacéutica del Consejo General. Se tra-
ta de una práctica profesional en la que el farmacéutico
se responsabiliza de las necesidades del paciente relacio-
nadas con los medicamentos, a través de tres servicios
básicos: el de Dispensación de medicamentos y produc-
tos sanitarios, de Indicación Farmacéutica y Seguimiento
Farmacoterapéutico (SFT).
En el ámbito asistencial, los farmacéuticos son profe-
sionales sanitarios cuyas responsabilidades profesionales
incluyen intentar garantizar que las personas obtengan el
beneficio terapéutico máximo de sus tratamientos farma-
cológicos. Para esto, es necesario que se mantengan actua-
lizados sobre el desarrollo de la práctica y las ciencias far-
macéuticas, las normas y los requerimientos profesionales,
las leyes que regulan la farmacia y los medicamentos, y los
avances en los conocimientos y la tecnología relativos al
uso de medicamentos
2
.
Existe una amplia terminología consensuada y utilizada
por instituciones nacionales e internacionales que tiene
un único significado; que el farmacéutico informe, acon-
seje y eduque al destinatario de la farmacoterapia sobre
el adecuado proceso de uso del medicamento, intentando
garantizar un uso responsable, seguro, eficaz y eficien-
te, para evitar la aparición de resultados clínicos nega-
tivos asociados, minimizando la morbimortalidad y los
costes asociados.
Entre otros, se relacionan los siguientes conceptos pro-
puestos por:
•
Foro de Atención Farmacéutica señala como actua-
ción del farmacéutico en el servicio de dispensación
facilitar Información Personalizada sobre el Medi-
camento (IPM).
Y lo define como la información que
el farmacéutico aporta al paciente sobre su tratamien-
to, en el proceso de dispensación, con el objetivo de
alcanzar un uso efectivo y seguro del mismo
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.
•
La Asamblea Mundial de la Salud, en su Resolución
WHA 60.16, Uso racional de los medicamentos, exige
que “los pacientes reciban fármacos apropiados para
sus necesidades clínicas, en las dosis que satisfagan
sus necesidades individuales, durante un periodo de
tiempo adecuado y al menor coste posible para ellos y
la comunidad”
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.
•
La
FIP trabaja en un cambio de terminología del
Uso seguro al Uso responsable.
El uso responsable de
la medicación conlleva un acuerdo con el paciente para
que éste reciba la medicación adecuada según sus nece-
sidades clínicas y características individuales, en térmi-
nos de elección de la medicación, dosis y duración del
tratamiento, y con la mejor ratio coste-efectividad. Asi-
mismo, conlleva el conocimiento del proceso de uso
del medicamento, la comprensión del tratamiento y la
importancia de la adherencia al mismo. Se hará un segui-
miento de los medicamentos en relación con la seguridad
y efectividad de los mismos para conseguir los resultados
clínicos esperados, de tal modo que, si fuera necesario,
se intervendrá para ajustar la farmacoterapia y garanti-
zar así la mejor asistencia y los mejores resultados tera-
péuticos. Este enfoque se centra en el paciente e implica
la colaboración entre todos los miembros del equipo de
salud, así como del propio paciente. Para coordinar todos
los esfuerzos, sería importante contar con herramientas,
directrices y guías consensuadas que faciliten la conse-
cución de este uso responsable de la medicación.
Diferencias conceptuales; IPM (información personalizada
del medicamento), uso racional, y responsable
El papel del farmacéutico en los servicios de atención al paciente
16
Foro de Atención Farmacéutica (AF), panel de expertos. Documento de Consenso. Madrid: Ed. Consejo General de Colegios Oficiales de
Farmacéuticos; enero de 2008. ISBN 978-84-691-1243-4.
17
WHA 60.16 (uso racional de los medicamentos). Disponible en:
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18
FIP/WHO Joint Guidelines on Good Pharmacy Practice - Standards for Quality Services. Hyderabad; 2011.