FARMACÉUTICOS N.º 378 -
Octubre
2012
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menos no tienen por qué proporcionar el mismo nivel de
protección. Con todo, hay varios componentes de la dieta
mediterránea que parecen relacionarse de forma particu-
larmente precisa con la protección y conservación de la
salud. Entre ellos merece la pena destacar al aceite de oli-
va y los ácidos grasos omega-3 (típicos de la grasa proce-
dente del pescado).
La utilización de
medicamentos
para tratar la obesi-
dad es capaz de provocar una reducción temporal de peso.
Hasta ahora, prácticamente los únicos medicamentos úti-
les en el tratamiento de la obesidad eran aquellos capaces
de reducir la sensación de hambre; es decir, los anorexí-
genos de acción central, que ya no están disponibles.
Las
hormonas tiroideas
también se han usado, aun-
que producen excesiva descalcificación ósea y destruc-
ción de proteínas y aumentan el riesgo de complicaciones
cardiovasculares. Su uso sólo se justifica en obesidad aso-
ciada a hipotiroidismo.
Las inyecciones de
gonadotropina coriónica
humana
se han venido usando durante más de 30 años,
sin que los ensayos clínicos efectuados hayan evidencia-
do disminución de peso superior al que se obtiene sólo
con la dieta.
En cambio, el efecto de los
anorexígenos centrales
es ligero pero significativo. Estos medicamentos produ-
cen una pérdida de peso de entre 2 y 10 kg en los prime-
ros 6 meses de tratamiento; a partir de este momento el
peso se mantiene o sube ligeramente, pero vuelve rápida-
mente a los valores iniciales al suspender la medicación.
Se supone que el efecto de mantenimiento es indefinido,
pero apenas hay estudios de tratamientos continuados de
más de un año de duración.
Los anorexígenos de acción central son, salvo raras
excepciones, variaciones de la estructura molecular de
la anfetamina, hechas con la intención de conservar la
acción anorexígena pero evitando la acción estimulan-
te central y el consiguiente riesgo de adicción anfetamí-
nica. Fueron desarrollados en los 60 y 70. De esta línea
de investigación surgieron dos grupos de compuestos,
los agonistas adrenérgicos (noradrenérgicos) y los sero-
tonérgicos. Estos últimos carecen de acción estimulan-
te (por el contrario, pueden producir somnolencia) y no
son susceptibles de abuso o adicción. De todas formas,
los dos medicamentos de este grupo que estaban comer-
cializados (fenfluramina y su isómero óptico, dexfenflu-
ramina) se retiraron del mercado debido a la aparición de
algunos casos de hipertensión pulmonar primaria y pato-
logía valvular cardiaca.
Los adrenérgicos, de los que en España estuvieron
comercializados la anfetamina, la anfepramona (dietil-
propión), el clobenzorex y el fenproporex, actúan esti-
mulando las vías nerviosas noradrenérgicas en el cerebro.
Todos ellos producen, en mayor o menor grado, efec-
tos de tipo anfetamínico (insomnio, nerviosismo, irrita-
bilidad), amén de incrementar el riesgo de hipertensión y
precipitar ataques de angina de pecho.
En la reunión del 31 de agosto de 1999, el Comité de
Especialidades Farmacéuticas (CEF, o Committee for Pro-
pietary Medicinal Products, CPMP) de la Agencia Europea
de Evaluación de Medicamentos tomó el acuerdo de trasmi-
tir a la Comisión Europea la recomendación de retirar del
mercado de cada país de la Unión Europea todos los prepa-
rados que contuviesen anorexígenos de acción central
1
.
La correspondiente decisión de la Comisión Europea,
como órgano ejecutivo europeo, fue tomada basándose
en que la evaluación beneficio/riesgo de los anorexígenos
había resultado desfavorable, tras llevar a cabo una eva-
luación global de toda la información existente de todos
ellos, tanto de su eficacia como de su seguridad.
Los anorexígenos serotonérgicos tienen el mismo
mecanismo de acción que los antidepresivos inhibidores
de la recaptación de serotonina. La
fluoxetina
ha sido
ensayada en la obesidad mostrando eficacia en tratamien-
to de 8 semanas de duración. Al prolongar el tratamiento
más de 16-20 semanas, la mayoría de los pacientes (pero
no todos) vuelven a ganar peso a pesar de la medicación.
En cualquier caso, esta indicación no está autorizada en
España, ni en la mayoría de los restantes países.
La
sibutramina
es otro inhibidor de la recaptación de
serotonina, registrada en España en 2001 específicamente
para el tratamiento de la obesidad. Actúa como un inhibidor
selectivo de la recaptación de serotonina, de noradrenalina
y, en menor medida, de dopamina. En términos farmacoló-
gicos, este bloqueo de la recaptación de monoaminas se tra-
duce en un conjunto complejo de efectos que, básicamente,
pueden resumirse en una sensación precoz de saciedad (que
reduce el consumo de alimentos), así como en un incremen-
to del gasto de energía (termogénesis).
Estos efectos están relacionados con el incremento de
los niveles sinápticos de noradrenalina y de serotonina a
1