Revista Pliegos de Rebotica - Nº 142 - Octubre/Diciembre 2020

E E ste es el cuidado verso de un viejo tango –¿o es bolero?– de Carlos Gardel. Presumo que a Margarita, nuestra directora, le encantaría bailarlo con esa elegancia que nos regala al versificar sus sentimientos. Para muchos de nosotros este año 2020 pasará a la historia personal como el más difícil de nuestra existencia. El año en que la vida pareció darnos la espalda, pararse del todo y rendirse ante ese diminuto covid capaz de encabezar las listas de los más desalmados genocidas. Malos tiempos, crudas imprevisiones, riesgos sanitarios que nunca debieron correrse. Gestores despistados y sin preparación, más preocupados por una buena toma televisiva o arrastrar por el fango del descrédito a los adversarios políticos que por tomar medidas de alcance que nos permitieran intuir un horizonte menos sombrío. Pero es verdad que la vida rie y nos da ejemplo, que afronta la adversidad dispuesta a todo, que nos estimula con un pequeño gesto y que ofrece signos para que no nos rindamos jamás. Cómo rie la vida es su propio secreto y hay que estar atentos para disfrutar esa sonrisa o esa carcajada cuando nos llega sin aviso previo y, tantas veces, en situaciones en las que todo parece venirse abajo. Pequeñas y grandes muestras de solidaridad cada día, aplausos más desbocados a las ocho de la tarde que los recibidos tras otro gol imposible de Messi o la penúltima parada milagrosa de Oblak. Siempre, como telón de fondo, la canción del eternamente juvenil Duo Dinámico que, sin quererlo, ha convertido su Resistiré en el himno oficioso de nuestra denostada patria con la que una minoria intransigente trata de terminar después de más de seiscientos años de historia en los que el bien común ha sido, efectivamente, nuestra más eficaz argamasa.Todo, formas en las que la vida nos manda su sonrisa y alguna de sus pautas para entenderla. También los políticos a los que votamos y en los que depositamos nuestra confianza brindan oportunidades pintiparadas para que sus absurdas, a la par que brillantes, ocurrencias nos permitan distraer un gesto socarrón ante sus dudosas actitudes irresponsables. De entre todos ellos, Trump, que en una rueda de prensa improvisada fue capaz de proponer que se inyectara el gel hidroalcohólico para quemar todo lo que encontrara, incluidos los pulmones del sufrido paciente. Siempre se dijo que la ignorancia es muy atrevida pero en el caso de este mandamás mundial se superan todos los records anteriores. O ese alcalde, detenido y obligado a abandonar la poltrona, por saltarse el confinamiento y querer llegar a su domicilio solo y borracho , llevando a la práctica el eslogan de las más exacerbadas feministas, Por suerte, y porque la vida así nos lo recomienda, tendemos a 48 2020 José Vélez García–Nieto Cómo rie la vida SOLES DE MEDIANOCHE

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