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DE AQUÍ Y DE ALLÍ
E
xtractamos en
Pliegos
parte de la entrevista
concedida por nuestra compañera, Rosa
Fabregat, al boletín del Colegio de
Farmacéuticos de Barcelona con motivo de su
intervención en el acto académico que conmemoró
el quinientos aniversario de la Concordia
Farmacéutica de la capital catalana.
Sus palabras en la Academia de Cataluña se
iniciaron con esta dedicatoria:
Para los grandes maestros Mesue, Nicolau i
Arnau, padres y fundamentos de la Ciencia
Farmacéutica (sin madres), puntales de la
Concordia, en vuestro honor y el de todos los
demás, cantemos nuestro canto de gratitud.
En el repaso que hace Rosa de su vida en estas
páginas, señala cómo la literatura ha formado
parte de su trayectoria porque desde los trece años
nunca ha dejado de escribir poemas. La literatura
y la ciencia constituyen el eje en torno al que ha
girado su vida profesional y creativa
:
El
conocimiento es único, ciencia y humanidades son
un todo.
Mientras Rosa estudiaba Farmacia en
Barcelona dio clases en un colegio de franciscanos
y recién licenciada, respondió a un anuncio de La
Vanguardia que buscaba farmacéutico para la
dirección técnica de un laboratorio hispano-
alemán. Consiguió este trabajo y hubo de estudiar
la lengua teutona por la tardes, tras su intensa
jornada laboral matutina. Un año estuvo
desplazada en Alemania para continuar con estas
responsabilidades profesionales.
Rosa asegura que su vida laboral transcurre
por periodos de 15 a 17 años y toma las
decisiones de cambiar después de las vacaciones
porque son periodos para reflexionar
Tras diecisiete años en el laboratorio consigue
la titularidad de una farmacia en Llorenç del
Penedes
:
Vivía como los antiguos farmacéuticos
con la casa encima de la farmacia, el marido
yendo y viniendo a Barcelona a su trabajo y el
hijo a la escuela junto a la botica.
Por el día dispensaba y por la noche escribía.
Noche tras noche redacta su primera novela que
deja leer a dos amigos. Cada capitulo lo
encabezaba con un poema y ellos la animan a
presentarse a un premio. Escoge de entre 6 o 7
cuadernos de poemas y se presenta al Villa de
Martorell, que gana con el libro Astillas publicado
en 1978.
Se inicia así su periodo más activo con toda la
tradición catalana y europea como poetas de
referencia y alternando periodos de poesía y
narrativa.
Su obra consta de 18 poemarios y 8 novelas
donde destaca la ciencia ficción, a la que ella
misma denomina pre-realidad (fecundaciones in
vitro, embriones congelados, transplantes de
órganos), y el papel de la mujer en la sociedad,
cuestionándose la masculinidad obligatoria en el
sacerdocio.
En el 2001 vuelve a Lérida,
a la que siempre
había añorado
.
Para terminar, nos recuerda uno de sus poemas
preferidos, mezcla sus dos profesiones, con una
estrofa que, cincelada en cerámica, y que figura en
muchas farmacias de Barcelona, Rosa despide sus
palabras al Boletín con esta afirmación:
Malalt
em fa mal el teu dolor
tinc racons d'ombra
amagats a les mans
Enfermo
me duele tu dolor
tengo rincones de sombra
escondidos en las manos
Ahora sólo quiero leer y contemplar la vida.
Lucho por la justicia social; soy una defensora de
los más débiles de la sociedad.
Rosa Fabregat
con aire siempre nuevo
