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Panorama Actual del Medicamento
NUEVOS FÁRMACOS
20-30% –
del riesgo de hospitalización por car-
diopatía, por enfermedad cerebro-vascular y por
neumonía o gripe y con una reducción del 50%
del riesgo de mortalidad por cualquier causa.
Por otro lado, las enfermedades de las vías res-
piratorias altas se asocian a un aumento del riesgo
de cardiopatía isquémica y accidente cerebro-vas-
cular. En concreto, patologías como la gripe pue-
den producir graves problemas en personas con
trastornos pulmonares crónicos, valvulopatías (con
o sin insuficiencia cardiaca) o insuficiencia cardiaca
con edema pulmonar. Las mujeres embarazadas
durante el tercer trimestre de gestación, los ancia-
nos, los niños muy jóvenes y los pacientes enca-
mados también experimentan riesgo aumentado
de enfermedad grave, incluso mortal.
Sin embargo, no siempre es factible proceder a
la vacunación preventiva. Algunas vacunas están
contraindicadas en pacientes con hipersensibilidad
a las proteínas del huevo, hipersensibilidad a la po-
limixina u otros antibióticos, o al bisulfito sódico,
que pueden formar parte la composición del medi-
camento, y la presencia de enfermedades agudas o
con fiebre superior a 38º C. Tras la administración
de la vacuna, algunos pacientes experimentan una
reacción que aparece entre 6 y 12 horas después de
la administración, consistente en fiebre, malestar y
otros síntomas generales y que suele confundirse
con una infección gripal. Esta última reacción des-
aparece en 24-48 horas. Lamentablemente, la falsa
creencia de algunos pacientes de que “la vacuna
me contagió la gripe” les lleva a no vacunarse de
forma sistemática en años sucesivos.
Los
tratamientos farmacológicos
antigripales
específicos son:
A
mantadina
y
R
imantadina
:
Estos dos compues-
tos actúan sólo contra el virus de la influenza
tipo A por medio del bloqueo de la proteína
M2, que es necesaria en el proceso de decap-
sulación del virus una vez que éste ha entrado
en la célula. Varios estudios han demostrado su
efectividad tanto en la prevención (en torno al
60%
de los casos) como en el tratamiento (si
se administran en las primeras 48 horas tras la
aparición de los síntomas) de la gripe producida
por el virus influenza A, tanto en niños como
en adultos, reduciendo la duración (en un día)
e intensidad de los síntomas. Actualmente su
uso sólo se recomienda para la profilaxis en
sujetos de riesgo que no han sido vacunados,
en inmunodeprimidos, en personal sanitario y
en aquellos en los que está contraindicada la
vacunación por cualquier motivo. Carece de
utilidad en el tratamiento de los cuadros asin-
tomáticos ni sobre la emisión nasal de los virus.
Su utilización práctica en la actualidad es muy
reducida, debida a que no actúan sobre el tipo
B del virus, a su necesidad de ajuste en caso de
insuficiencia renal, a la aparición de resistencias
y a los efectos secundarios frecuentes: náusea,
insomnio y alucinaciones. La rimantadina, con-
siderablemente menos estudiada, parece pro-
ducir resultados similares a amantadina
I
nhibidores
de
la
neuraminidasa
:
Z
anamivir
y
O
s
-
eltamivir
Inhiben selectivamente la
neuraminidasa
vírica
por medio de su unión al sitio donde se aloja nor-
malmente el ácido siálico. Esta región de la
neu-
raminidasa
es extraordinariamente constante, lo
que hace muy difícil la aparición de resistencias. La
unión del fármaco a la
neuraminidasa
impide la sa-
lida de los virus recién formados en la célula infec-
tada y evita así su diseminación por el organismo.
La eficacia depende de cuándo se administra;
sólo es útil si se hace en las 48 primeras horas tras
el inicio de los síntomas. No es eficaz en cuadros
gripales asintomáticos. La reducción global de la
duración de los síntomas oscila entre la 24 y las
36
horas. No se dispone de información en cuanto
al impacto de esta reducción en el terreno econó-
mico y de incapacidad laboral. La aparición de re-
sistencias es excepcional. Los efectos secundarios
son mínimos y el cumplimiento del tratamiento es
alto. Ambos son eficaces en la prevención de la
gripe A y B, llegando a cifras de protección simi-
lares o ligeramente inferiores a las de la vacuna
(60-90%).
Sin embargo, el tratamiento más habitual de
los cuadros respiratorios agudos de etiología viral
consiste en paliar los síntomas mientras la enfer-
medad sigue su curso y las defensas del organismo
eliminan los virus. Al margen del empleo de diver-
sos fármacos para conseguir la reducción o des-
aparición de los síntomas asociados, existen una
serie de medidas de carácter general que son muy
aconsejables en los pacientes afectados por gripe:
1.
Aumentar el consumo de líquidos
2.
Evitar el consumo de tabaco
3.
Humidificar el ambiente
4.
Evitar los locales cerrados o mal ventilados
5.
Evitar los cambios bruscos de temperatura
6.
Reposo en cama, pero evitando un exce-
sivo abrigo.
7.
El empleo de caramelos, por su efecto demul-
cente sobre la mucosa faríngea, produce una
reducción de la irritación a este nivel.