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ASESORAMIENTO FARMACÉUTICO

Panorama Actual Med 2012; 36 (353): 397-400

CONCEPTO

La halitosis, también denominada fetor oris o

estomatodisodia , defne un cuadro de olor des-agradable del aliento. En general se relaciona con mala higiene oral o se debe a la existencia de ca-ries dental o enfermedad periodontal. En las per-sonas sanas, la lengua es la principal fuente del mal olor del aliento. Esto puede ser fácilmente comprobado por el propio individuo, frotando con un cepillo de dientes la parte más posterior de la lengua. Tras dejar unos segundos de espera, el olor del cepillo delatará fácilmente la presencia de halitosis.

EPIDEMIOLOGÍA

La halitosis es muy común, afectando a cerca del 50% de la población. Probablemente, mu-chas de las personas que la padecen no son conscientes de este problema, debido a la adap-tación de su sentido del olfato, especialmente en personas con halitosis crónica. La intensidad del mal aliento no es constante. De hecho, puede esperarse un aumento del olor en las siguientes circunstancias:

– Al despertar. – Boca seca

– Tras ingerir alimentos con alto contenido proteico (leche, carne).

– Retención de restos de comida, en especial carne, entre los dientes. – Consumo de café.

– Alimentos con cebolla, ajo y especias diver-sas. Algunos malos olores provienen de cier-tos aditivos alimentarios, a veces hasta varios días después de haber sido consumidos. – Poco antes y durante la menstruación, de-bido a la tendencia a la gingivitis que se produce en esta fase, que provoca una mayor retención de bacterias y de restos de alimentos.

ETIOLOGÍA

La halitosis es provocada generalmente por la descomposición bacteriana de partículas de alimentos, células, sangre y algunos compo-nentes de la saliva. Como consecuencia de ello, se producen diversas sustancias volátiles, espe-cialmente determinados ácidos orgánicos, tales como el ácido propiónico (característico olor del vómito), ácido butírico (olor de la mantequilla rancia o carne pútrida), ácido valeriánico (“olor a pies”), acetona, acetilaldehído, etanol y pro-panol.

Además, la descomposición de los aminoáci-dos que contienen azufre, como metionina, cis-teína y cistina conduce a la formación de com-puestos sulfurosos volátiles (CSV) , como el sulfuro de hidrógeno (SH

2

) y el sulfuro de di-metilo (H

3

C-S-CH

3

), los cuales junto con otras sustancias químicas (cadaverina y putrescina, diaminas de olor muy desagradable), también participan en el olor característico de los pacien-tes con halitosis. En el aire exhalado por de la boca de los seres humanos se han detectado más 400 compuestos volátiles. Asimismo, se han hallado más de 300 especies de bacterias con potencian capacidad para producir compuestos sulfurosos volátiles, de las que más del 80% pue-den formar parte de la placa subgingival. Las bacterias que participan en la generación del mal olor son muy diversas y forman parte de la fora mixta que caracteriza a la cavidad oral. Entre las especies bacterianas pueden incluirse las siguientes:

Bacteroides spp.

Centipeda periodonti

Citrobacter spp.

Enterobacter cloacae

Eubacterium spp. (limosum y otras)

Fusobacterium spp. (periodonticum, nuclea-tum)

Hemophilus parainfuenzae

Klebsiella pneumoniae

Peptostreptococcus anaerobius

Porphyromonas spp (gingivalis, endodentalis)

Prevotella spp (intermedia, loeschii, melani-nogenica)

Halitosis

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