Revista Pliegos de Rebotica - Nº 142 - Octubre/Diciembre 2020

34 2020 N AEFLA Pliegos, Margarita Es un puente de tres ojos, un triunvirato perfecto, tres corazones en uno al mismo ritmo latiendo. Ya sé que tú te mereces el mejor de los sonetos o de la octava real de algún poeta modélico. No sé, Margarita Arroyo, si con estos pobres versos alcanzaré a loarte como merece mi aprecio, el aprecio que por ti indeleblemente siento. Hace ya bastantes años que mi “Cristo farmacéutico” obtuvo el gran galardón de ganar el Primer Premio convocado por AEFLA, y así empezó mi trayecto. Allí, Paco Femenía y Tiburchi, ¡ya me acuerdo!. ¿Estabas tú, Margarita? ¡Ay, todo lo borra el tiempo! (Pero claro que asistías a tan importante evento). Había llegado a AEFLA, mi nombre ya estaba en Pliegos y con tu mano tendida me abriste un amplio sendero. Vino Rafael Morales a darnos en el Consejo una charla de poesía que yo recogía en Pliegos . (El cuarenta y ocho era el ejemplar del evento). Margarita allí estuviste dicho acto presidiendo: En Cuenca nos esperaba Federico y su recuerdo: Mi amistad con Margarita iniciaba su crescendo. y todo se acrisolaba en el marco de unos Pliegos , orgullo profesional de todos los farmacéuticos, y en una AEFLA. entrañable que acogía a los más nuevos y en la que brillabas tú entre tanto compañero. Margarita, aquí me tienes este romance escribiendo con el que quiero expresarte todo mi agradecimiento por levantar a mi pluma hasta los cielos de Pliegos , por aceptar mi palabra en tu corazón abierto y por hacerme posible ser aún más farmacéutico poniendo la pluma al lado del muy prosaico mortero. Margarita, buena amiga: ¿tú sabías todo esto? Pues ahora lo proclamo, lo escribo y lo manifiesto. Margarita, muchas gracias: ¡cuánto y cuánto yo te debo y lo destapo esta tarde por encima del silencio! Para ti lo he conservado en mi mejor albarelo. ¡Felices años cumplidos! Pliegos de Rebotica Ángel del Valle Nieto N unca se es mayor de edad cuando la juventud reside en el corazón. Así pasa con Pliegos : Sí, cumple años porque el año es una de las medidas del tiempo, pero nada más. Pliegos es joven; late su corazón con fuerza y sus páginas vibran con la emoción del saber, el gozo del lenguaje, con el remanso de la experiencia tranquila. Pliegos , de la mano de Margarita, de su sensibilidad, de su entrega, vive y late boticaria y humanamente en sus páginas, de unas páginas timbre de la personalidad farmacéutica que se desliza desde las plumas y el corazón de insignes compañeros. Me piden que escriba estas líneas para acompañar a mi poema a Margarita, y así lo hago, orgulloso de llevar mi nombre a las páginas de Pliegos ; y, no solo mi nombre, sino mi sentir y mi cariño profesional, hecho prosa o verso, que se vierte desde la probeta de mi pluma después de almacenarse en el matraz de mi corazón, para ensamblarse, humildemente, en ese humanismo farmacéutico que, de la mano de Margarita, se atesora y se transmite en Pliegos . A ella, desde mi limitación poética, la ofrezco estos versos, en sí mismos, pobres y ricos en amistad.

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