Revista Pliegos de Rebotica - Nº 142 - Octubre/Diciembre 2020

un hospital. Esta faceta de mi vida que tanta felicidad me ha dado, yo la llamo mis “ obligaciones ”. Encontré que la ciencia, la música y la poesía podían convivir perfectamente, y el farmacéutico ha dado el mejor ejemplo de ello, dándose a conocer a través de Pliegos y de sus convocatorias de premios anuales y quizá ese ha sido el gran acierto, al despertar cualidades y sensibilidades en las distintas facetas del arte. Por mi parte puedo asegurar que mis devociones, –música y poesía– nunca chocaron con mis obligaciones –ciencia– ni quedaron nunca en el olvido. La amalgama en mi caso, estaba preparada como un caldo de cultivo. Empecé a asistir primero como espectador, y luego como participante en actos de AEFLA. En el año 1988 y 1989 me fue concedido en los certámenes literarios de la Asociación, los premios primero y segundo de poesía. Conocí a personas muy interesantes, pero dos de ellas fueron el detonante para mi participación ilusionada en la revista Pliegos : primero Juan Manuel Reol Tejada y más tarde José Félix Olalla.Tuve una conexión especial con ellos desde el primer momento, hombres de gran humildad en la distancia corta y con una riqueza interna muy marcada. Me gustaba estar próxima, ya que tenía mucho que aprender de ellos. Tuve la inmensa suerte de conocerlos y puedo asegurar que han tenido un papel importante en todo lo que significaba el mantenimiento artístico de Pliegos . Cada uno, a su forma y en su tiempo dio a la revista un avance enorme. Nos animaron e invitaron a tomar parte en muchos eventos que presidian con gran acierto, así como conocer a personas que les acompañaban. Casi todos los eventos en los que participé fueron basados en la unión del verso y la música; ejemplo de ello fue el encuentro del verso de un farmacéutico ilustre, José María Fernández Nieto, y la música de Chopin. Diez años de Reol y doce de Olalla como presidentes de AEFLA, me contagiaron la ilusión y a día de hoy, pienso que ha merecido la pena colaborar con la revista Pliegos , aportando también mi humilde granito de arena. Ahora, mi relación con la ciencia, música y verso, siguen su camino, intentando como dice León Felipe “que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo” Y estos nuevos caminos, estos nuevos suelos, han sabido incorporarse a mis devociones y llenarlas de ilusión, en estos tiempos de confinamiento y tristeza por el coronavirus. Los caminos que me ocupan, son las traducciones a música del genoma humano. Que los 45 cumpleaños de la revista Pliegos se traduzcan en 45 millones de afectos, es mi mensaje para los que de alguna manera han sumado su esfuerzo para enriquecerla y mantenerla viva. Que el ADN del verso y la palabra de cada uno se haga viral… 33 2020 Publicaciónes de la coleccion Pharma-Ki de AEFLA, ilustraciónes Francisco Donis.

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